El reloj marca las cuatro de la mañana en el escenario que recrea una habitación de hotel en Helsinki. Un matrimonio, o lo que queda de ello, intenta dormir, pero no lo consigue. Marido y mujer llevan hablando ya muchas horas y poco han conseguido. Y, aunque de noche no se hable igual que de día y las palabras tengan otro cuchillo u otra caricia, vuelven a la carga a voces en un intento, no por resolver nada, si no por vaciarse.
El duelo dialéctico de Finlandia está protagonizado por Irene Escolar e Israel Elejalde, en un trabajo que ha sido expresamente escrito para ellos dos, tanto que los personajes llevan sus nombres y su marco profesional. Salvaje ella, agotador él.
El gran pecado del texto de Pascal Rambert ha aparecido a los pocos minutos de comenzar la función. Mientras que en Hermanas el público asistía conmocionado a un juego estructural y lingüístico, en el que la balanza de Bárbara e Irene se aguantaba con calculado acierto, en esta ocasión, enseguida nos dejamos llevar más por uno que por otro y el ritmo se pierde con rapidez, asistiendo a soliloquios y discursos que disparan odio sin otra pretensión que hacer saltar por los aires una intimidad que ya tienen perdida.
Rambert, quien se ha puesto al frente de la dirección y el espacio escénico también, atina en otros aspectos, como en el de utilizar grandes estereotipos de ambos géneros para calcular distancias con otros temas, como el feminismo, la violencia o la política, a la que siempre se vuelve sea la hora o el momento que sea, incluso en lo que respecta a la maternidad y paternidad.
El reloj marca ya más de las cinco. Ella se tiene que recomponer para ir a rodar, él necesita irse de allí con algo más de lo que vino. A este final, se añade un intento efectista que no termina ni de controlar la situación ni de asentarla, con la entrada de su punto en común, la hija. Se siguen gritando igual. Se siguen hiriendo aún con más fuerza. Y ni con ese cruel momento ha aparecido una pizca de equilibrio. Lástima que un texto tan generoso acabe tan sucio y algo malgastado en esta producción de Kamikaze Producciones y Teatro de La Abadía.
Habitación de hotel en Helsinki. Israel se ha trasladado desde Madrid para intentar aclarar su relación con Irene, que está rodando una película en la ciudad. Muchos años viviendo juntos, pero ahora diferentes puntos de vista sobre el pasado, y principalmente sobre el futuro, los enfrentan… Son un padre y una madre que discuten la custodia de su hija. Se puede decir que en ese preciso momento asistimos a la parte más fea de la especie humana.
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