En ningún grupo de amigos y compañeros de profesión que se encuentran en los escenarios y fuera de ellos, seguramente, tuvo tanta trayectoria un “a ver si hacemos algo juntos” como en Club Caníbal. Quiero imaginar que esta compañía se configuró a partir de un latido tan agnósticamente español como un “a ver si nos vemos” que, traducido y trabajado milagrosamente con una meta teatral, les ha valido bien la pena para crear una trilogía que escarba con ahínco sobre los cimientos ibéricos. Chiqui Carabante, Juan Vinuesa, Vito Sanz y Font García estrenan, en el Teatro de La Abadía, la obra Algún día todo esto será tuyo, pieza final que se une a sus dos trabajos anteriores; Desde aquí veo la plaza sucia y Herederos del ocaso. Parece que culminan pero, en realidad, la gira ha sido constante e incluso coincidente, ya que el trío de obras de este cuarteto ha viajado mucho desde el estreno de la primera pieza. “La compañía se formó un año antes de estrenar en el FRINGE de 2015 y, desde entonces, cada mes hemos hecho una función o varias y hemos superado las 200. Le debemos mucho al FRINGE, ya que Madrid nos dio el impulso y las provincias nos dan de comer”, comenta Vinuesa.
Un sacrificio en una plaza, el escándalo de la selección española de baloncesto paralímpico y los últimos días del presidente de El Corte Inglés han sido la excusa para traer a escena otros temas subyacentes sobre los que trabajan en equipo. Algún día todo esto será tuyo tuvo su estreno en la Sala Mirador el 12 de octubre del pasado año y desde allí partimos en esta entrevista.
¿Ha cambiado algo la obra desde el estreno el pasado año?
Vito Sanz: Más que cambiar hemos ido afinando cosas. Llegamos con una agenda muy apretada y había cosas que estaban de más y, con los pases con público, vamos ajustando en cualquier sentido; luces, iluminación, texto…
Juan Vinuesa: Después de estrenar, hicimos algunos bolos en los que nos ha dado tiempo a sintetizar. En las tres obras ha habido un proceso similar; se han recortado entre 15 y 20 minutos de cada una y hay algo de que los temas se van integrando poco a poco. Aunque tengamos mucho tiempo para la investigación, poner nuestro propio lenguaje de cara al público es lo que nos va a dar una última respuesta.
Chiqui Carabante: Hemos seguido trabajando sobre la escritura final pero ha sido más de pensarlo sobre las funciones hechas.
¿Habéis aprendido mucho de El Corte Inglés?
Vito Sanz: De la figura de Areces; un tipo muy particular, muy trabajador, que sale de un pueblo de Asturias, donde no hay prácticamente nada, y crea un imperio. También del momento histórico y del concepto del capitalismo en sí.
Chiqui Carabante: Sí y de España, del modelo de hombre español que trabajaba en El Corte Inglés, de la relación con el poder.
¿Qué ha sido lo más difícil de ensayar o de mostrar al público?
Vito Sanz: La figura de Areces ya que tener la ocasión de contar su vida significa sintetizar y encontrar sus momentos clave. Así que creo que lo más difícil ha sido eso, elegir los momentos de esa historia para poder reflejar la época en la que vivió, además de sus conflictos, mostrar de dónde viene y a dónde va, todo su viaje. Y a nivel de equipo, al ser pocos, condiciona mucho cómo lo creas y lo muestras.
Dos de los elementos que más llaman la atención de sus obras son la composición de música en directo y el vestuario. Del primero, Juan explica que “la música es texto en nuestras obras. No está de atmósfera ni como acompañamiento sino dentro de la acción. Pablo Peña es un artista artesano, un artista sonoro y el más carismático”, a lo que Vito añade que “Pablo es el que más liga cuando salimos de gira”. Así comprobamos que la risa está compartida también fuera de las tablas. En cuanto al vestuario, también tiene anécdota incluida. “El primer vestuario lo cogimos del vecino de Chiqui, en Tribulete, de un armario lleno de chaquetas, cuando se mudó. Parte de la escenografía la cogimos de la basura o en tiendas de segunda mano. Hay algo en nuestras obras de no ir buscando sino de ir encontrando”. Juan, quien creía que cogieron la ropa de un vecino difunto y no trasladado de casa, concreta que “el vestuario le quita sobriedad al discurso” y Chiqui lo remata: “El traje de chaqueta y los pantalones cortos tienen algo de colegio privado inglés, de gamberro y de mordaz mezclado con el humor anglosajón. Y de español, tiene la caricatura de un niño en el patio de un recreo”.
Hilarante, crítico y ácido son tres adjetivos que cuadran muy bien con el trabajo de Club Caníbal hasta el momento. “En las tres obras, ha podido aparecer el fantasma de la autocensura pero hablamos con autocrítica porque nuestras obras reflejan lo que nos queremos preguntar a nosotros”, comenta Juan. Desde el otro lado, les mira Chiqui: “Ese lenguaje descarnado me gusta y creo que eso va con ellos”. Juntos siguen creando un espectáculo en el que no abandonan el escenario y en el que podemos verles engalanándose para sus variados personajes sin complejos y, muchas veces, sin haberse apagado los focos. “Esto tiene que ver con la creación de imágenes, aspecto que a Chiqui se le da muy bien. También es algo práctico para estar en la escena y ver a los compañeros”, afirma Vito.
¿Club Caníbal es vuestro reducto personal y profesional?
Vito Sanz: Es genial tener un proyecto tuyo y poderlo desarrollar. Cada uno tenemos nuestras carreras al margen, con buenos y malos momentos.
Juan Vinuesa: Te permite salirte de la comodidad de lo que tienes cerca porque, parte de la esencia de nuestro lenguaje, es que hemos podido hacer de unos 30 personajes entre los 3.
Chiqui Carabante: Temáticamente también es muy bueno. No es un mundo ideal; discutimos mucho porque tenemos caracteres diferentes pero tenemos una forma en común y eso es muy importante.
¿Por qué el formato de trilogía?
Juan Vinuesa: Por una cuestión de desarrollo de lenguaje. Nos interesa crear un universo en el que cada actor se multiplica en varios personajes de diferente condición y tres obras es un número acertado para ello. Además, en la presentación de Desde aquí veo la plaza sucia, Chiqui anunció la trilogía y nos enteramos leyendo la nota de prensa en los medios.
Chiqui Carabante: Sinceramente, tomé la idea de un curso de producción en el que nos explicaron que la primera obra era para darse a conocer, la segunda para afianzarse y la tercera para seguir adelante. Aunque todo este razonamiento es a posteriori, ya que somos muy impulsivos e intuitivos porque hacemos lo que queremos y, después, sacamos la reflexión.
Vito Sanz: Les dijimos a nuestros amigos que íbamos a hacer una trilogía y no se lo creían. Y cuando salimos de La Mirador, hablamos con algunos…
Desmigando un poco más este próximo montaje que inaugura temporada en el Teatro de La Abadía del 12 al 23 de septiembre, nos cuentan el malabarismo de temas que tienen, entre los que hay algunos desechados, como el kit de los inmigrantes o el del Valle de los Caídos.
¿No habéis pensado en recuperarlos justo ahora?
Juan Vinuesa: Si los descartamos porque no pertenecen a la historia, recuperarlos porque están de actualidad es ser oportunista y traicionar tu propia creación.
¿Hay algún tema políticamente incorrecto para hablar en teatro?
Vito Sanz: No debería haberlo pero, por desgracia, en estos tiempos parece ser que los hay. Por existir, claro que existen pero para trabajarlos en el teatro no. Tendríamos que atrevernos y probar porque nos viene bien como sociedad preguntarnos cómo los podemos representar y cómo los encaramos. También tengo la sensación de que los actores y directores de teatro son como niños; les pones un caramelo delante que no pueden tocar a modo de tema del que no pueden hablar y sabes que van a preguntar por qué y van a ir a por ello.
Juan Vinuesa: Para mí hay mucha relación entre lo políticamente incorrecto con el humor y la sátira. Y los colectivos tienen mucho que ver en esto. Si con una obra nuestra, alguien se ofende o se aburre, se lo voy a permitir. Si me preguntan qué quiero contar en cada escena lo haré encantado porque tengo la conciencia tranquila. Y mucha gente que se ofende sobra porque cada vez se están recortando más libertades en este país. En la ofensa, muchas veces, está incrustado el ataque y no me apetece escuchar el ataque por encima de las razones.
Chiqui Carabante: Lo políticamente incorrecto va cambiando con la época y creo que debe haber licencia. Y eso tiene que ver con el humor. Hay que tener la cabeza muy clara con este tema para no volverte loco, mantener una cabeza crítica e intentar no dejarse llevar por las modas. Tú tienes derecho a ofenderte pero eso no te da la razón.
¿Cómo veis la eclosión de teatro independiente y toda la crisis que sufre el teatro?Juan Vinuesa: En la explosión de teatro independiente que hemos tenido, he visto compañeros a los que nos les importa ganar dinero si llenan la sala con gente deslumbrante en el público para que salgan diciendo cuánto les ha gustado. De todas formas, las invitaciones o el IVA son la punta del iceberg y no estaría mal que tuviéramos un poco más de conciencia cultural.
Hasta aquí, la trilogía caníbal, con un nuevo proyecto amaneciendo: “Estamos dándole vueltas a un cuarto espectáculo sobre Alfonso XIII, uno de los primeros que produjo cine erótico en España. Sus cortometrajes, que producía y escribía, están en la Filmoteca de Valencia. Y tenemos ese punto de partida”, adelante Vito. “Habrá un cambio de lenguaje diferente al de la trilogía”, completa Juan.
En su lecho de muerte, a don Ramón Areces, dueño de El Corte Inglés, se le mezclan los recuerdos de infancia con sus andanzas en Cuba y las ofertas de Navidad que suenan por la megafonía de su gran empresa. Abrumado por su pasado, Areces pasea por sus recuerdos tratando de encontrar su último anhelo, una metáfora que haga justicia a su persona.
Algún día todo esto será tuyo cierra la trilogía Crónicas ibéricas, donde Club Caníbal pone en la palestra lo español. Una crítica descarnada sobre la idiosincrasia de este país. Con la cercanía y el cariño de los que no pueden evitar ser hijos de esta patria. Tras Desde aquí veo sucia la plaza, sobre el sacrificio animal por divertimento, y Herederos del ocaso, sobre la picaresca española, su tercer espectáculo disecciona los últimos días del presidente de El Corte Inglés, reflejo del poder en España. La dramaturgia y dirección de Chiqui Carabante vuelve a poner el énfasis en un pasado enraizado y enmohecido en el presente. Y todo a través de la mejor arma y seña de identidad de la compañía: el humor. Un humor negro neorrealista que entronca con la tradición cómica española, de Gila a Berlanga.
En el escenario: Font García, Vito Sanz, Juan Vinuesa y Pablo Peña / Laura Nadal (música en directo)
Dramaturgia y dirección Chiqui Carabante
Diseño de iluminación Nerea Castresana
Música en directo y composición Pablo Peña
Vestuario Salvador Carabante
Escenografía Walter Arias
Ayudante de dirección Vanesa Espín
Diseño gráfico Fratelli Moca – Jose Fernández
Producción Club Canibal
Ayudantes de producción Silvia Rey – Sirai Life Priumph
Distribución Susana Rubio
Más teatro
Club Caniba., muy buen trío y buena trilogía, entre el pasado y presente de España.por lo que voy a reproducir algo que me encantó:»Chiqui Carabante: Lo políticamente incorrecto va cambiando con la época y creo que debe haber licencia. Y eso tiene que ver con el humor. Hay que tener la cabeza muy clara con este tema para no volverte loco, mantener una cabeza crítica e intentar no dejarse llevar por las modas. Tú tienes derecho a ofenderte pero eso no te da la razón».
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