La obra Veneno para ratones vuelve a los escenarios madrileños. Se representará, desde el 5 de diciembre, en la sala Lola Membrives del Teatro Lara.
El pasado 7 de febrero se estrenaba Veneno para ratones en La PENSIÓN de las PULGAS, un lugar privilegiado en Madrid en cuanto a originalidad en el espacio en el que las obras de teatro son representadas y en los textos, cargados de emotivas historias, a los que da la oportunidad de crecer en su sala.
Veneno para ratones es la segunda obra que se encarga de dirigir Alberto F. Prados, autor también de Selfie, desde la que ha habido un salto importante y un cambio significativo que nos invita a escribir que Prados sabe hacer reír al público tanto como mantenerlo en tensión. Los afortunados espectadores que hayan disfrutado de ambos textos comprenderán, y estarán de acuerdo con nosotras, en que este joven dramaturgo ha mostrado ya su grandeza en estas dos obras, demostrando así que se atreve y puede navegar entre dos polos extremos como la comicidad y el drama.
Repitiendo con Sergio Pozo y acogiendo a Mauricio Bautista y a Isabel Ampudia, los tres actores se desviven para hacernos entrar en su hogar tanto como en sus miserias, que salen a flote en una sola noche representada en escena, con diálogos surgidos a partir de “la necesidad de adentrarse en el submundo de lo que aparenta ser”. Los personajes de Julia, Diego y Mau consiguen mantener la atención constantemente con gestos bien definidos en cada uno, con expresiones incorporadas y sobre todo, con la astucia de haber creado tres personajes en escena que, a pesar de creer no compartir nada en un principio, se entremezclan en vivencias que les unen definitivamente quieran o no, escogidas para salir a la luz en momentos clave en la hora de duración que tiene la obra.
La música ayuda a crear un ambiente expectante y siempre al acecho de un nuevo secreto que descubrir entre esta madre y este hijo y un tercero en discordia, que llega a representar dos papeles bien distintos en actitud y con la soberbia necesaria para dar el gusto al público de estar ante un verdadero drama familiar del que sólo conocemos el salón del hogar pero se imagina todo un pasado latente y doloroso.
Veneno para ratones es la segunda obra de la compañía de teatro La Lirio, después de encargarse de la exitosa Selfie, que hace algunas semanas cumplía un año desde su estreno y que se representó durante dos temporadas.Veneno para ratones se representará todos los domingos del mes de febrero a las 18:00h. La reserva de entradas se puede realizar a través del teléfono 638752812 de 11h a 14h y de 17h a 20h.
Julia y Diego son madre e hijo. Dos especies que coexisten en el mismo hábitat; un terreno fangoso que apenas les permite caminar. Conviven sin apenas conocerse, sin lugar ni espacio para un ápice de ternura. Mau, el primer hombre que consigue adentrarse en la vida de Julia tras 25 años, trae consigo mucho más que una botella de vino para acompañar la cena. Sin saberlo, acaba de cruzar las puertas de un mundo que hará que el suyo propio nunca vuelva a ser como antes. Una noche en la que estos tres personajes intentarán, a toda costa, que sus secretos y miserias sigan sumergidas bajo el agua estancada.
Vídeo-entrevista de Veneno para ratones
Vídeo realizado por María de la Mata Iglesias
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