EL HOSPITAL DE LOS LOCOS

Desde el 13 diciembre hasta el 30 de junio, dentro de la programación del Corral Cervantes, un auto sacramental de José de Valdivielso realiza una reflexión sobre la vida, con sus vicios y sus virtudes, en una descarnada narración escrita “ayer” pero muy actual en el “hoy”.

El hospital de los locos muestra la lucha eterna entre el bien y el mal teniendo un objetivo común: hacerse con el control o guía del alma humana manejando así todo lo que habita aquí y en el más allá. De esta manera, se nos presenta un personaje puro que, entre los engaños y las seducciones que hay en la vida, llega al hospital donde habitan personajes como el primer hombre o el mismísimo ángel caído. Allí, ingresada primero gustosa y luego pesarosa, protagoniza una lucha en la que la inspiración y la religión son su chaleco salvavidas. El desenlace es de sobra conocido: nunca se acabarán las peleas entre el bien y el mal. Y aunque el primer acaba venciendo en muchas ocasiones; el segundo no se rendirá jamás.

Todo ello con estética de la obra original, marca de calidad de esta compañía fija de la Fundación Siglo de Oro, con música en directo y cambios de caracterización increíbles; véase el paso de Luzbel a Cristo en un abrir y cerrar de ojos teniendo como creador al mismo actor (José Juan Sevilla).

Esta creación es un trabajo coral dirigido por Ernesto Arias con adaptación de Brenda Escobedo. 7 actores y actrices llevan a cabo más de 10 personajes en escena con gran maestría y excelencia. Así, a modo de ejemplo ya que todos hacen un trabajo muy bueno, Martín Puñal da vida a “Mundo” y a “Deleite” o Natalia Llorente interpreta a la “Envidia” e “Inspiración” en varios cambios durante la obra.

Todo son símbolos y buenos quehaceres teniendo una complejidad extra que es el teatro clásico; montaje actual, incluso con guiños al espectador, pero conservando el espíritu integro de ese tiempo que en muchas ocasiones se echa en falta en otras propuestas.

En cuanto a los aspectos técnicos, la escenografía, llevada a cabo por Álvaro Sobrino, es minimalista y utiliza de muy buena forma el genial escenario de este corral al que no le falta ningún detalle. En la misma línea está la iluminación creada por Raquel Rodríguez.

Nuria Martínez es la encargada de realizar el vestuario. Su apuesta es muy acertada y, aunque con pocos elementos, logra crear a la perfección el ambiente del hospital y el carácter de cada uno de los personajes. Sin olvidar piezas vinculadas al mundo más cercano al actual que vinculan al espectador con lo que ve sobre el escenario.

Así, esta obra es un excelente ejemplo de buen teatro; de ese que reflexiona y hace reflexionar. Vayan a verla y tengan cuidado de no caer como pacientes en este curioso hospital que rige y regirá el mundo.

En el hospital de los locos viven encerrados Luzbel, el Mundo, Adán, la Carne, la Gula y la Envidia. Al rector del hospital le falta un deseado paciente al que no ha sido capaz de atrapar: el Alma. Este día, se decide a salir bien armado para ir a engañarla y encerrarla para siempre. Veremos si el Alma es tan ingenua como para caer en la Locura y terminar encerrada en el hospital, o si la Razón y la Inspiración le ayudan a salvarse.

Sonia López

Corral Cervantes

Ernesto Arias

Brenda Escobedo

Manuela Morales

José Juan Sevilla

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