El perfecto matrimonio del clásico ‘Casa de muñecas’ se ha visto roto en muchos escenarios desde que Ibsen pusiera por escrito esta historia, en un principio, familiar, pero que internamente desgrana un gran juego teatral ligado a cualquier sociedad en la que se ponga en contexto. Ahora, la compañía gallega Estudo Momento llega a Madrid con una versión que deja en escena a tan sólo dos protagonistas, Torvaldo y Nora, para profundizar, a través de su diálogo, en esta obra tan compleja y audaz en su tiempo y en el nuestro.
El OFF de La Latina acoge, los jueves y viernes del mes de noviembre, ‘1879. Casa de muñecas’, un montaje que muestra la sencillez y la exquisitez del territorio que hay de puertas hacia dentro en una familia a la vez que el constante forcejeo entre un matrimonio al borde del precipicio, social y personal. La historia es sabida de sobra. Y en esta propuesta, lo que resalta es el pulso escénico, manejado sólidamente por el actor Xoán Carlos Mejuto – también director – y la actriz Iria Ares.
Los antagónicos personajes se encuentran en un reducido espacio que saben aprovechar para hacer sentir al público cómplice inquisidor en pequeñas escenas que van llevando, a muy buen ritmo, hacia la decisión final que esperamos. En el camino, con palabras elegidas casi quirúrgicamente, se van viendo todos los cambios a los que se ven abocados en tan solo 1 hora. Torval y Nora llegan exhaustos, conmovidos por sus propias improntas y límites traspasados. Sus tonos, sus formas y sus deseos nos hablan, a través del matrimonio, la familia y la amistad, de otros tantos asuntos feministas, sociales, clásicos y contemporáneos que seguir descubriendo.
La desnudez y la crudeza a través sólo de dos personajes, el ambiente navideño pero desolado por el huracán que está a punto de ocurrir y la vivisección ofrecida a modo de interrogatorio vital hacen de este montaje una nueva oportunidad para descubrir y actualizar el clásico, sea el momento que sea.
Como curiosidad y momento especial de esta compañía gallega en Madrid, el próximo jueves 28, la función se realizará en gallego. Seguramente, sea un detalle que se podría poner más en marcha en muchas otras obras y funciones que viajen a la capital.
Esta versión del clásico para dos actores concentra todas las fuerzas antagónicas en único personaje: el matrimonio. El espectador se convierte así en un mirón indiscreto de sus protagonistas Nora y Torvaldo, y pone a prueba su temple en una de las escenas claves de la obra: el descubrimiento de la carta de Krogstad.
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