Las historias de familia siempre tienen un componente potente y atrayente, que hacen que, sobre un escenario, cobren vida y lo hagan de diferente manera a las demás obras de teatro. Tal es el caso también de Los universos paralelos, yendo incluso más allá de una historia encajada en el ámbito del hogar y de los lazos entre los miembros de una misma familia.
Fotografía de Elena C. Graiño
El comienzo es una tragedia. El desarrollo también. Pero con los tintes apropiados de humor y de personajes que transportan en sus vivencias la misma esperanza unida a un amor que no entiende de destierros, la fórmula que sigue este emocionante y emotivo montaje hace disfrutar, con la sensibilidad de saber atraer las lágrimas y la risa como algo natural en la vida, de las palabras depositadas con tan mimo y endereza por David Lindsay-Abaire, bajo la traducción de Cristina de la Peña.
Fotografía de Elena C. Graiño
Un dolor agudo palpita en cada uno de los 4 personajes presentados. La maestría de esta pequeña historia está colocada en que cada uno de ellos experimenta la pérdida de una manera y Malena Alterio, Daniel Grao, Carmen Balagué y Belén Cuesta, unidos a una última incorporación escénica llamada Itzan Escamilla, lo muestran con la tranquilidad y la seguridad que bien merecidos tienen estos universos.
Fotografía de Elena C. Graiño
Buscando el consuelo, basándose en los recuerdos, empujando hacia el futuro o pidiendo perdón, en la versión y dirección de David Serrano hay sitio para encontrar la furtividad de cada momento, así como el sitio que cada personaje oculta y deja que vaya saliendo a la luz. La asfixiante realidad está clara y se va dibujando de la misma manera en la que vamos recorriendo la magnífica escenografía y vestuario de Elisa Sanz que, junto a la iluminación de Juan Gómez Cornejo y el espacio sonoro de Federico Solá, configuran un entorno eficaz en el que el diálogo veraz es el mejor remedio.
La transformación pasa por diferentes oportunidades en las que el dolor permanece pero aminora, poco a poco. En el camino de casi dos horas de función, el espectador asiste a un viaje que dura varios meses, en el que la creencia es entendida desde varias perspectivas y en el que convergen todo tipo de vivencias, recuerdos y, sobre todo, esperanza por encontrar una nueva senda por la que seguir luchando sin rendición. Nos quedamos con todos los mensajes expuestos. Nos vamos del teatro con el sabor de haber entendido que la amalgama de sentimientos es posible gracias a la utilidad de un teatro sincero que remite a instantes cotidianos y coincide con cada pulso personal.
Fotografía de Elena C. Graiño
Los universos paralelos es una coproducción de Producciones Abu, Milonga Producciones, Cuatro Pelucas, GM Teatros, Verteatro, Tinnitus y JGR, distribuida por Producciones Teatrales Contemporáneas. Estará en la Sala Principal del Teatro Español hasta el próximo 15 de octubre. Si existen los universos paralelos, esta obra debe de estar representándose en todos ellos.
Patricia y Alberto, un matrimonio acomodado, intentan reconducir su vida tras la muerte de su hijo pequeño. Hace tan solo ocho meses eran una familia feliz; ahora se encuentran inmersos en un laberinto de recuerdos, añoranzas y culpabilidades del que les resulta casi imposible salir. Pero lejos de rendirse, los dos lucharán con todas sus fuerzas para encontrar un camino de vuelta a una vida que podría seguir siendo hermosa.
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VIDAS PARALELAS , nos habla de un mundo famiar, donde la perdida ,la angustia , dan lugar al amor por la vida .
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