17 años tiene el protagonista de la nueva obra que ha llegado a la Sala Tú. Iván es un adolescente encerrado en su mundo y rodeado de varias personas que representan diferentes ámbitos en su vida; educación, familia y amor. Entre todos ellos, él es diferente en cada punto y, durante el mes de febrero y con la producción de La Barca Teatro, tenéis la oportunidad de ir a conocerle de cerca los fines de semana.
Javier de Dios ha escrito y dirigido un texto que comienza en el personaje de un chico pero logra dar la vuelta por muchos otros. El ancla desde la que se parte es una pérdida, un desconsuelo que va avanzando en forma de sufrimiento y violencia en la piel de un adolescente. Juanma López, Hugo Guerrero, Susana G. Burgos, Laura Sopeña y Julián L. Montero parecen hacer lo innombrable con tantos personajes tan necesarios en la ficción del escenario y en la realidad representada, ya que el espectador va a sentir la identificación inmediata del grupo entregado.
La transformación del protagonista ocurre en varios ámbitos muy simplificados y bien expuestos; dos interiores (colegio y hogar) y un exterior, el parque. Desde los dos primeros, Iván es un animal enclaustrado y expresa su angustia de la peor de las maneras. En cambio, en el banco de un parque puede soñar, puede liberarse y hasta puede oír el mar, al lado de Luna, que da el contrapunto juvenil perfecto para permitirle encontrar una salida a todas las emociones que siente y que, de alguna manera, no consigue ordenar, ni interior ni exteriormente.
Iván apenas necesita una presentación más exhausta porque el público va a reconocer inmediatamente su dolor y su violencia; él mismo es un grito de ayuda. Las interpretaciones de cada uno de los actores que pasan por la vida de este chico resaltan en la pequeña sala y consiguen tener una afinidad perfecta. El mayor logro de esta obra es que la adolescencia no es un simple trámite por el que pasar, sino que es límite, relaciones, errores, vivencias y, sobre todo, aprendizaje.
Un barrio en el extrarradio de una gran ciudad. Iván tiene diecisiete años y está a punto de salir del instituto. Álvaro, su padre, ve claro lo que desea para su hijo: un futuro brillante para Iván es el antídoto para su propio fracaso. Pero no cuenta con el conflicto abierto entre el muchacho y Marta, su profesora, que le descubre una imagen violenta e inesperada del niño al que tanto él como su esposa -recientemente fallecida- criaron dándole todo. ¿Es esa imagen real? ¿Qué le ocurre a Iván?
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