HEDI – Un viento de libertad

Mohamed Ben Attia presenta su primera largometraje producido por los hermanos Dardenne bajo el título Hedi – Un viento de libertad. Su opera prima ha creado una trama en la que un joven tunecino, compartiendo origen con el director, se encuentra dividido entre la tradición y la modernidad, en una decisión que cambiará su futuro por completo.

Un dilema es puesto en el contexto de las costumbres y la juventud tunecina, sumado al retrato de la situación de crisis social, económica y religiosa en la que se inserta el país. Desde un tratamiento realista, nos vamos adentrando en la vida y en las dudas de un hombre, dudas que, inteligentemente, pueden y deben ser trasladas a las propias contradicciones del territorio en el que viven.

Las preguntas son necesarias, al igual que las reflexiones de un personaje de cuya evolución deberíamos aprender; desde la juventud tunecina después de la revolución, la caída de Ben Ali y lo que se ha llamado «la primavera árabe”, se va trazando un camino que necesita ser andado. Y en Hedi no hay peligros exteriores porque el mismo protagonista lo es para sí mismo, hasta el momento en el que aprende a decir no.

Entre toda este traslado de ideas y de planes socioculturales, hay un personaje que destaca porque refleja y representa el deseo de la libertad individual y porque, además, es una mujer, hecho que desafía la transformación que se pretende conseguir y desde la que se intenta combatir. Ese viento de libertad se representa a través de dos personas clave, con un pensamiento pacífico constante ya que Hedi es sinónimo de calma y serenidad pero de reacción a la vez.

Esta película no llega vacía de premios. Ha recibido el Oso de Plata al Mejor Actor y el Premio a Mejor Opera Prima en el pasado Festival de Berlín. Se estrenará en nuestro país el próximo 17 de febrero gracias a Golem Distribución. Hedi es nombre y es situación, es presente y quiere ser un futuro mejor. Intentemos que así sea. Ya sabemos cómo empezar. El inconformismo no es la solución.

Hedi es un chico sencillo: no habla mucho, no tiene mucho carácter y no espera demasiado de una vida que ya tiene trazada. Indiferente ante todo lo que le rodea, acepta las cosas como se presentan: deja que su madre, autoritaria y avasalladora, organice su casamiento con Khedija; que su jefe le mande a Mahdia la semana de su boda; y que su hermano mayor Ahmed, que ha venido de Francia para el enlace, le diga cómo debe comportarse. En Mahdia conoce a Rym, una animadora de un hotel de playa en el que cada vez hay menos turistas. Hedi se sentirá atraído por su despreocupación y libertad y acabarán teniendo una apasionada aventura. Pero los preparativos para la boda siguen su curso, y Hedi deberá elegir.