La primera gota vuelve a representarse en El Umbral de Primavera los sábados 6, 13 y 20 de mayo.
Pretendo empezar el cambio, ayudar a que arranque, es la primera gota.
Un lugar oscuro y lúgubre. Un lugar en el que no importa ni se escucha nada. Así es el lugar propuesto por La primera gota, una obra que comienza con un planteamiento retorcido y que estrangula fuertemente a dos personajes agotados, física y mentalmente, en un espacio cualquiera que no alcancemos ni siquiera a imaginar. Así se estrenaba ayer esta producción de El Palacio de Papel en Nave 73.
Si no haces nada es como si nunca hubieras estado aquí…
Teatro y a veces cine es la mezcla que consigue La primera gota, gracias a una puesta en escena que no resulta nada extravagante pero se ha construido como si así lo fuera. Las cámaras son su elemento principal para recrear un espacio que parece terroríficamente infinito y que muestra imágenes a tiempo real. El público decide si mirar y, además, qué mirar y desde qué perspectiva, al igual que con temas incómodos en nuestras vidas. De la nada, aparece un vacío intenso que el espectador va a ir notando crecer a cada minuto desde su inconsciencia, por los hechos que se presentan y por no saber qué camino recorrerán estos dos magníficos personajes llevados de la mano de Dión Córdoba y Asier Iturriaga.
Imponer libertad. Demasiado contradictorio, ¿no?
Demoledora. Así es la situación en La primera gota. “La obra pretende mostrar a los espectadores algo que en realidad ya saben pero que todos parecemos olvidar”. Y no engaña. Y nos castiga por ello. El autor y director Aitor Gata ha vuelto a poner en escena una historia que retuerce las conciencias y ayuda a salirse del camino establecido y a pensar desde otros puntos de vista. Ya nos impactó con Cometiendo aciertos, con la sutilidad de las palabras elegidas y la seguridad de crear para ofrecer un texto perfectamente encaminado y auxiliado por dos combatientes.
Cometiste un acierto.
Presentada como un secuestro, esta obra indaga en temas actuales y en nuestra propia mente, haciendo que el espectador cambie el punto de vista continuamente, con dos actores en escena que se descarnan en uno sólo a veces. Iturriaga se desboca casi por completo en su personaje Javier, el cual exige un diálogo más de voz que de cuerpo y así lo lleva a cabo, con un leve temblor en sus palabras que nos hace meternos aún más, si es posible, en la historia. A su lado, Córdoba realiza una trasformación impresionante de maldad mezclada con dosis de dolor en su For, adaptándose y jugando magistralmente con las dos caras de la misma moneda propuestas. A veces tan diferentes y otras tan iguales, estos dos actores se pelean, se enfurecen y se aplacan en un final original que saben mantener a la perfección hasta que se apaga la luz.
La única norma es que no hay normas… Es romper para arrancar.
El silencio en un secuestro real es el mismo que el de esta obra. Estoy segura. Por eso da tanto miedo asomarse a las verdades expuestas y dialogadas con tanto mérito. Educación, amor, injusticia… son algunos de los temas que van a ver la luz en esta atmósfera tan poco apetecible para nadie pero tan atrayente para el público, que casi ni respira ante la expectación surgida y tan bien construida.
¿Quién decide dónde está la línea? ¿Quién la pinta con tiza en el suelo?
La productora El Palacio de Papel lleva desde el año 2007 realizando varias producciones propias y colaborando en otras de teatro, principalmente, pero también adentrándose en cine, conciertos y eventos. Con La primera gota inicia un cambio todos los miércoles del mes de octubre en Nave 73. Recordad, “esto es sólo la primera gota… las siguientes las debéis poner vosotros”.
La primera gota es de sangre…las siguientes el cambio.
For y Javier son dos caras de la misma moneda. Dos personas destrozadas por la sociedad, la educación, las mentiras aprendidas. Destrozadas por el amor perdido… Dos personas que harán un trasvase emocional durante el único tiempo que comparten juntos. Les une una oscura casualidad (o no tan casual) de sus vidas pasadas. Les une la falsedad, el dolor… La injusticia de este mundo. Y las ganas de poner en él La primera gota que lo cambie todo.
Entrevista al equipo de La primera gota
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Pueda que exista la primera gota. Es una obra para ver con la mente abierta y con la disposición de aprender.
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