En los últimos tiempos hemos asistido a una evolución en el campo de la fotografía. Lo que antes era considerado por muchos como un arte menor, es ahora una manifestación artística valorada por coleccionistas, galeristas y amantes del arte en general.
Amparado bajo el nombre de grandísimos y brillantes artistas como Bresson, Man Ray o Doisneau entre otros, ha ido colocándose poco a poco en el lugar que se merece formando parte de las mayores colecciones de arte contemporáneo del mundo.
Son muchas las posibilidades dentro de la fotografía; el retrato, el paisaje, fotografía pictórica, minimalista, etc. es por eso por lo que cada vez son más los fotógrafos que dedican su carrera a explorar las posibilidades técnicas y estéticas que este arte les ofrece. Este es el caso del artista coreano Seung-Hwan Oh, que ha ido un paso más allá aunando arte y ciencia e incluyendo a ésta última en el proceso creativo logrando de este modo, fotografías de una estética sublime que invitan al espectador a ahondar sobre las posibilidades técnicas que este soporte nos ofrece.
Para conseguir este efecto Tonio Oh, como también se conoce al artista, incorpora una serie de bacterias que literalmente devoran la materia fotográfica dando lugar a una serie de imágenes de colores brillantes y de formas sinuosas, donde destaca la dualidad entre lo que se muestra y lo que ha desaparecido, permaneciendo oculto bajo las manchas de color creadas por lo microorganismos. Al contrario que otros fotógrafos, Seung-Hwan Oh, no nos cuenta una historia a través de sus imágenes sino que juega con lo oculto y el carácter efímero de las cosas.
En su serie “Impermanence” hace referencia a un concepto budista en el que se habla del constante cambio al que se ve sometida nuestra naturaleza exterior e interior. Esto es lo que refleja en sus fotografías, el concepto de profundo cambio, la fugacidad del tiempo y el cómo eso nos afecta.
Sin duda la obra de este fotógrafo coreano destaca no sólo por su originalidad, sino porque supone un avance técnico dentro de esta disciplina, sustentándose sobre un concepto tan interesante como es lo efímero y la no permanencia de la materia. De esta manera logra rebasar las limitaciones materiales de la fotografía, demostrándonos una vez más que el mundo está lleno de grandes artistas.
La búsqueda el ingenio humano , en este caso agregar baterías para el logro de nuevas formas y de lo efímero, Todo un mérito.
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