El Teatro Infanta Isabel, de la mano de Eva Manjón y David Planell, se convierte en un gran estudio de grabación para hacer un homenaje. Un reconocimiento a una de las grandes artistas del siglo pasado que no es otra que Sara Montiel. Viaje emotivo y documentado que se podrá ver sobre esas tablas hasta el próximo 1 de mayo.
La historia que presenta Mi última noche con Sara es un recorrido por la vida y obra de Sarita. Después de una tarde funesta en los toros, Montiel se acerca al estudio para terminar un disco y romper con todos y con todo. Libertad es su lema y no lo va a cambiar aunque muera de amor por un galán determinado u otra circunstancia asole su vida. Durante esa noche, conoce a su nuevo ayudante llamado Curro y hace un recorrido por sus recuerdos dejando claro que ella es única e irrepetible. Todo ello acompañado con voz en directo con lo que el público disfruta con clásicos como “Fumando espero”, “Bésame”, “Quizás, quizás, quizás” o “Nena”. Todos ellos interpretados en su forma original menos “Es mi hombre”, al que se le varía la letra por la brutalidad de lo que se explica en esa canción.
Los hitos de su carrera, su figura y sus relaciones amorosas son los vértices en los que se sustenta esta obra, creación de la citada Manjón y de Miguel Padilla, que muestra una gran labor de investigación detrás (baste como detalle la muestra del diario ABC en la que se anuncia la muerte de la actriz y cantante o la funda de traje con el grafismo de Galerías Preciados) y a un amor hacia la figura de la manchega que rezuma en cada escena del montaje. Si bien, en ciertos momentos, se vuelve algo enrevesado en un camino un poco difícil de seguir para espectadores que no hayan conocido a la auténtica Sara.
Los artífices de esta magia en escena son tres: Nuria Fergó, José Manuel Seda y Pablo Monteagudo. Sobre sus espaldas, se desarrolla el montaje con unos roles muy establecidos. La primera da vida a Sara Montiel en una interpretación correcta pero sin pulir (su voz tiene gran calidad pero, en muchas ocasiones, no se refleja en ella la de Montiel). Seda da vida a Julián, productor y amante de la artista, en una interpretación buena aunque encasillada en algunos tópicos. Y Monteagudo se mete en la piel de Curro, el ayudante inesperado, con un trabajo brillantísimo que ilumina todo el escenario de manera espectacular. De esta manera, todos encajan haciendo un trabajo muy digno a la altura de las circunstancias.
En cuanto a los aspectos técnicos, destaca el buen hacer de la escenografía y los audiovisuales diseñados por Miguel Padilla. Un estudio con estética Art déco en el que no falta una cheslong o una barra de bar; es el marco perfecto para esta creación. Al igual que los vídeos que recuerdan y se basan en el noticiero de la época, el NO-DO, voz de una época de España para muchos. Mención especial por su emotividad a la canción de Curro sobre Sara en la despedida de la historia.
En cuanto al vestuario, creado por Clara Bilbao, también se merece halagos. Con un simple vistazo, nos recuerda a la imagen de Sara; en especial, el traje de tonalidades oscuras y terciopelo de los últimos momentos de la obra. En la misma línea, la iluminación llevada a cabo por Nacho Arjona.
Sin duda un reconocimiento necesario a la figura de la gran Sara realizado con mucho afecto y profesionalidad. Muchas luces en las que alguna sombra, ligera pero maldita, hace que se empañe algo que podía ser magnífico.
Drama, pasión, comedia y 10 temas cantados en directo que te conquistarán. Espectáculo teatral y musical que homenajea la carrera de la manchega que conquistó a Hollywood. Principios de los 60. Sara Montiel es una estrella y quiere elegir su propio rumbo en lo profesional y en lo personal, pero un contrato con una discográfica la tiene atada. Debe tomar una decisión que cambiará su vida, luchará por su libertad incluso contra su propio corazón. Ganador del Premio CREA en la décima edición de los Premios de Teatro Musical y de cuatro Premios en la séptima edición de los BroadwayWorld Spain (mejor musical original, mejor musical de pequeño formato, mejor diseño de iluminación y mejor diseño de cartel).