En la Sala Juan de la Cruz del Teatro de La Abadía, se ha producido una resurrección. Molière ha vuelto a la vida gracias a la dramaturgia de Álvaro Tato y la dirección de Yayo Cáceres bajo el paraguas de Ay Teatro. En Vive Molière todo puede ser posible en un sueño teatral que terminará el 30 de diciembre.
Esta obra coral presenta, de forma didáctica y lúdica y con gran calidad, un recorrido por la vida y la obra del escritor francés. Así, el público, guiado por la diosa Fama y su séquito, viaja a través del tiempo y de creaciones como El avaro o Don Juan; temas del pasado, pero, en realidad, muy actuales en el tiempo en el que se celebran los 400 años de nacimiento del autor. Todo ello acompañado con música y canciones en directo como marca de la casa.
Ningún fallo podemos sacarle a este montaje que dialoga con el público en verso y rescata la emoción de un teatro en el que caben la inteligencia, las carcajadas y el saber estar literario, escénico y musical. Kevin de la Rosa, Juan de Vera, Marta Estal, Laura Ferrer y Mario Portillo son algo así como mosqueteros en pie de guerra para conquistar el buen gusto teatral y la emoción de cada ojo expectante que acudimos a verles. Y vaya si lo consiguen. Mención especial y razonable debilidad tenemos por Kevin de la Rosa, quien se convierte en el actor más disfrutón de la pieza gracias a un trabajo más que sorprendente con cada personaje que explora. No son palabras las que lo explicarían sino la vivencia in situ de lo que es capaz de hacer sobre el escenario, ¡bravísimo!
Destreza extrema la que muestra esta obra tanto para hablar del dramaturgo de otra época como para hacerlo llegar a la nuestra. Pocos trucos tan convincentes como la pluma de Tato y la diseccionada dirección de Cáceres para hacernos pasar uno de los momentos más salados y educadores que estamos viviendo esta temporada en las tablas de los teatros madrileños.
Una creación digna de ser vista una y otra vez en la que lo sublime es el mejor adjetivo para describirla. Gran fortuna es disfrutar de este montaje. Mejor fama es el sabor que deja. Imperdible ahora y cuantas ocasiones más tengamos de verla.
Cinco actores jóvenes darán vida al universo molieresco con música en directo, canciones, poesía… y muchas, muchas risas. Los intérpretes afrontan el desafío de asumir a más de una decena de personajes cada uno, tan singulares como Sganarelle, Harpagón, Charlotte, Alcestes, Elvira, Orgón, Celimena y un largo etcétera, además de los personajes de la trama (la diosa Fama y sus criados) y varios personajes de la época que nos irán llevando a través de las leyendas y realidades del dramaturgo. Todo un tour de force entre la farsa, el vodevil, la alta comedia y el musical.
Más teatro