¿Qué pasaría si el miedo se nos presentara cara a cara sin ningún artificio, más allá de su presencia? Eso es lo que plante METUS: la cara más desconocida del miedo, obra de Samuel Padilla, dirigida por Susana Álvarez y que se puede ver en La Escalera de Jacob todos los miércoles de abril y mayo. Pasen y abran todos sus sentidos a una experiencia única que dejará huella.
Cierto es que a lo largo de la historia, algunos creadores han dado “cuerpo” y “sentimiento” a emociones, estados físicos o a entes como una enfermedad. Quizá, uno de los casos más conocidos es el relato de Edgar Allan Poe titulado La máscara de la Muerte Roja, sobre la transformación de un mal en personaje. Aunque en relación al miedo, que es el caso que nos ocupa, no puedo dejar de acordarme de It, de Stephen King, con ese ser que es capaz de conocer lo que atemoriza a todos los personajes y que no deja de ser una personificación del miedo más profundo que todos sentimos. Pero la verdad es que, hasta este momento, no había conocido una obra en la que este sentir tome el mando y la palabra, dejando claro quién es y qué es. Y esto es lo que ofrece METUS.
La obra, ambientada a caballo entre la estética decimonónica y los años 20, nos presenta un monólogo, aunque en un par de ocasiones intervienen dos personajes, en el que el miedo se presenta y decide dialogar con el público. Así, explica sus orígenes, formando parte de nuestra día a día, qué papel ha tomado nuestra cultura en nuestros temores o cómo ha afectado sus artes en el trascurso de los últimos años. Incluso abordando temas como el de la igualdad y la violencia de género. También nos presentará a su familia, incluidos primos e hijos, para después dejar claro que, aunque a priori es nuestro motor, está cansado de su actividad y decide darnos unas claves para cambiar. Pero, quizá, todo sea mentira, ya que él siempre se mueve en lo inventado, la calumnia, el cinismo y lo subjetivo. Y eso es lo que tendrá que descubrir el espectador mientras se lleva más de una lección de vida aprendida para casa.
Todo ello es mostrado con una belleza extraordinaria gracias al buen hacer del ya citado Samuel Padilla, quien lleva sobre sus hombros todo el peso de la representación que comienza desde que el espectador pone un pie en la sala. Su interpretación es sublime, un adjetivo que borda la descripción del trabajo ya que es excelente, pero da pavor a la vez, y carismática, dando sus justos tiempos a todos los registros que lleva a cabo a lo largo de la historia el personaje. Todo ello adornado con elegancia y una superioridad propia de una entidad como el miedo que hará las delicias de cualquiera. Mención especial para ese video años 20 en el que el cabaret hace presencia y la ironía se muestra a la perfección. Para quitarse el sombrero en todo momento.
Le acompañan en escena Patricia Domínguez (encargada de la parte coreografiada del montaje) y Jacob Martín, que dan un toque realista a la atmósfera de la obra al recibir al público y aportan movimiento y elegancia a esta creación con la coreografía.
En cuanto a los aspectos técnicos, se debe destacar la escenografía. Es cierto que sigue la estela minimalista de estos tiempos, pero sabe mostrar el ambiente propicio para una obra de este tipo. El humo, esa sombra de la ventana, la botella o el carro de bebé son elementos que encajan a la perfección y dan cierto carácter imprescindible. Lo mismo se puede decir del vestuario, propio de un dandy del siglo XIX que a los más cinéfilos les recordará a la estética del Drácula de Coppola, y de la iluminación. Un chapó bien merecido para todos ellos.
Sin duda, una obra que merece la pena ver y de la que salir renovado una y otra vez. Desde aquí pido a su autor que no espere más a publicar un trabajo como este siendo un 10 en todos los aspectos. Renovación en un género en el que ya se ha visto todo.
Metus -miedo en latín- es una obra dramática donde el propio miedo viene hablarnos de él mismo. Quiere reivindicar una visión sobre si mismo diferente a la que estamos acostumbrados a saber sobre él. Pretende hacernos ver quién es el miedo realmente, por qué tenemos miedo, qué significa tener miedo, describiéndonos su relación con los seres humanos y sus implicaciones. Desea hacernos ver la realidad en la que vivimos gracias a él, oculta ante nosotros mismos, con un objetivo; que el ser humano se libere de él. Metus en el fondo está cansado del ser humano y propondrá estrategias y consejos para que podamos vivir sin él.
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