A partir de esta segunda quincena del mes de julio, tendremos la fortuna de ver por fin en pantalla grande la ópera prima de Júlia de Paz Solvas. Bajo el título AMA, el próximo viernes 16 y de la mano de Filmax, verá la luz esta producción que trae como presentación el Premio Feroz Puerta Oscura a la Mejor Película y la Biznaga de Plata a la Mejor Actriz en el 24º Festival de Cine Español de Málaga.
Con un trabajo homónimo anterior en forma de cortometraje en 2019, ahora podemos conocer más de cerca la historia de una madre que busca desesperadamente un lugar donde vivir con su hija pequeña, hasta acabar exhaustas y casi sin salida. La relación entre ellas se encuentra llena de fracasos y de intentos complejos que atesoran un gran aprendizaje y empatía dando “voz a la maternidad como relación humana, con falta de referentes reales y mujeres expuestas en soledad al fracaso”.
Tamara Casellas, eje central sobre la que versa este pequeño relato maternofilial, tiene un poder de atracción increíble. Con su personaje protagonista Pepa parece agarrarse a la piel de cada espectador con una fuerza conmovedora. A su lado en todo momento, Leire Marín, su hija Leila, explota en sintonía los momentos más tiernos y los más difíciles de ver entre las dos. Completan el reparto Estefanía de los Santos, Ana Turpin, Pablo Gómez-Pando, Chema del Barco y Manuel de Blas.
No se nos puede olvidar ya el nombre de Júlia de Paz Solvas. Esta directora une a la perfección un debate y una mirada crítica sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad, atisbado por momentos documentales y ficcionales que nos ponen frente a frente varias situaciones sociales que necesitan su marco de escucha y tratamiento. Junto a la guionista Nuria Dunjó López, ha creado un personaje protagonista enriquecido a partir de su propia experiencia vital llena de miedos, inseguridades y tristezas.
La narrativa de esta película se construye con un paisaje de costa aprisionado de otro tosco y hostil, más interior, y que juega un papel clave para entender las diferentes relaciones que se van afrontando con el paso de los minutos. Además, los colores empleados llaman a una escucha vital e intentan exonerar de cualquier culpa.
Con un rodaje que se tuvo que partir en dos debido a la pandemia provocada por el Covid19, AMA es una historia de maternidades que recorre el eje de varias generaciones unidas por un vínculo de sangre que conlleva afecto pero también síntomas de dolor y de rechazo. Dicho recorrido atrae la mirada hacia aspectos mitificados y extrapolados de las relaciones entre madres e hijas, situadas fuera del foco acostumbrado. De alabar por tanto es este inteligente acercamiento hacia los errores y los impulsos por superar obstáculos día a día, prácticamente, hora tras hora. Porque aunque en su hora y media se nos enseñen unos pocos días, la vista nos alcanza para imaginar tanto un pasado como un futuro tan incierto como poderoso.
AMA cuenta la historia de muchas mujeres expuestas en soledad a la mitificada maternidad. Tras varias advertencias, Ade echa a su amiga Pepa de su casa y esta termina viéndose en la calle junto a Leila, su hija de seis años. Sin nadie que las ayude, Pepa y Leila lucharán solas para encontrar un lugar donde vivir. Enfrentándose a cada obstáculo, emprenderán una búsqueda que conllevará también un acercamiento dentro de su relación antes prácticamente inexistente y distante. Se creará un nuevo vínculo entre madre e hija, dónde tendrán cabida las equivocaciones y la desidealización.
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