A todos los seres humanos nos falta siempre algo para ser completamente felices. Bajo esta premisa se construye Las cosas que faltan, una pieza que se inserta en un mes diverso y que lucha por la igualdad y por los derechos (cuándo no debería ser ese mes, me sigo preguntando). De esta forma, con el estreno de esta obra en Nave 73, se sigue ampliando el diálogo sobre los vientres de alquiler, el derecho a la paternidad y su contexto en nuestro país.
Una pareja de hombres busca hasta la extenuación ser padres. Y la única solución viable e inmediata que encuentran es contactar con una mujer que se ofrece como gestante. Este planteamiento acoge un pacto en el que ninguna solución parece ser del todo la correcta. Chus como directora, acompañada de la ayudantía de Nur Rubio, establece un buen recorrido para que la historia tome forma y para que su discurso no sea otro que invocar preguntas en la mente del público.
José Pascual Abellán presenta un texto que en primera instancia habla sobre la paternidad, específicamente en relación a las parejas homosexuales, y los vientres de alquiler, pero en la que se descubren otros temas como el deseo de aquello que no tenemos, el miedo a fallar y la necesidad de cambiar aquello que no nos gusta en nuestras vidas. Brillante para desafiar nuestras creencias al igual que las suposiciones reales que haríamos ante tal experiencia ya que “un autor no debe jamás decir cómo deben hacerse las cosas; debe plantear el conflicto con todos los frentes abiertos”, comenta el dramaturgo. Y lo consigue nada más y nada menos que desafiando con frases como “un sueño no es un derecho”, que inmediatamente provocan la reflexión, así como el acto de pensar en las consecuencias de nuestras decisiones ante aquello que nos falte a cada uno.
Hugo Alejo, Lucía Esteso y Alberto Novillo son el trío de actores que se mete en la piel de tres personajes que buscan su felicidad desde tan variadas opciones como argumentos defiende cada uno. Novillo quizás tengo el personaje más difícil de defender pues en él se puede ver reflejado el debate en torno a la gestación subrogada que plantea esta obra. Y por ello es de agradecer su astuta interpretación para llegar a encogernos un poco el corazón e indagar en diferentes perspectivas que evolucionan tanto como su presencia escénica.
Las funciones de Las cosas que faltan del sábado 26 y domingo 27 se enmarcan dentro del ciclo IGUALES, dedicado a las Artes escénicas de temática LGTBIQ+. Se trata de un recorrido por la diversidad sexual y de género que nos enseña, nos reeduca y nos entretiene, ayudándonos a romper tabúes y a conquistar nuevos horizontes en la lucha social que Nave 73 acoge un año más del el 21 de junio al 4 de julio.
Las cosas que faltan podría ser la historia de nuestra vida. Porque a todos los seres humanos nos falta siempre algo para ser completamente felices. A Jaime le falta la capacidad de tomar decisiones, el valor de poder decidir. A Laura el dinero, la posibilidad de salir adelante sola. Y a Martín, ser padre, la gran necesidad de su vida. Pero si cada uno ayuda al otro, quizá todo funcione.
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