La Kimera Teatro celebra 10 años con RACLETTE

Con su más reciente estreno en la cartelera madrileña, la compañía La Kimera Teatro cumple 10 años. Además de mantener su compromiso por enseñarnos historias sobre relaciones y sentimientos desde diferentes perspectivas, lo festeja con una obra especialmente suculenta por la trama y por la originalidad de la cocina en directo y en tiempo real. La mesa está puesta en los Teatros Luchana desde el 30 de abril para Raclette, una pieza con la que deleitar y reflexionar sobre las prioridades y las decisiones que tomamos en la vida.

Lo primero que habría que decir de esta obra es que no se puede ir con hambre. Una pequeña ingesta de alimentos previa puede aliviar el apetito que empieza a surgir cuando los protagonistas guisan y cenan en directo y ni nos pasan una copita de vino. Bromas aparte, la inclusión de un banquete en pleno escenario sirve para tirar hacia delante muchos puntos clave que se van descubriendo como si se tratase de un exquisito menú degustación.

El relato tiene un poso histórico que puede pasar desapercibido pero qué está detalladamente marcado por el origen de la raclette, como símbolo de agrupamiento social, de juntarse en manada los pastores suizos de otro siglo, y también de instinto primitivo. A partir de esa raíz, el texto, que lleva la firma de Santiago Cortegoso, propone dos ambientes en uno con varias parejas, fusionados por temas universales como el amor, la muerte, la pasión, los afectos, la maternidad o la culpa. En sus palabras, también hay espacio para preguntarnos de qué nos reímos cuando se nos presentan aspectos divertidos y achispados con algunos personajes que destacan, en momento oportunos, con el humor.

Este baile entre experiencias dulces y mucho más amargas es fruto de David Ramiro Rueda, cuyo trabajo en la dirección me atrevería a decir que utiliza mucha empatía con cada personaje. Precisamente, esta obra es un buen ejemplo de su empeño por aunar fuerzas entre 5 actores que caminan a una, aunque al principio de la función pensemos que vienen de diferentes lugares, contextos e ideas.

El clímax está servido como colofón de un aliño en el que la tragedia se ha ido colando a fuego lento en una función perfectamente dominada por Elena González, Ángela Chica, María Llinares, Héctor González y Miguel Rascón. Qué lujo ver en escena esta trama gourmet que nos mantiene en vela hacia un cruce de caminos lleno de sabores, sensaciones y complejidad narrativa resuelta con maestría. Una velada tan apetitosa como recomendable la experiencia de disfrutarla desde la butaca.

Miriam y Mario son una pareja que se enfrenta, junto a otros acontecimientos frustrantes, a la pérdida de un ser imprescindible en sus vidas. Por otro lado, Paula y Raúl, cuya relación no está en su mejor momento, invitan a cenar a Vero y Adolfo para cerrar un acuerdo laboral con el que no todos los comensales están de acuerdo. Todos cenarán raclette esta noche, pero nadie puede imaginar qué rumbo tomarán sus vidas al final de la velada.

Amanda H C

La Kimera Teatro

David Ramiro Rueda

Miguel Rascón

Héctor González

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