Decía el cronista Isidoro Fernández Flórez, en 1887, que no había más crítico que el tiempo. Esta máxima, y el poder nefasto que tiene el olvido, es lo que se aborda en No me olvides (El maestro Juan Martínez que estaba allí), obra ganadora del I Certamen Nacional de artes escénicas de los Teatros Luchana, que se puede ver en la sala 2 hasta el 18 de noviembre.
Este montaje contiene la historia de Juan Martínez y su pareja, artística y sentimental, Sole, dos artistas del mundo del flamenco que nos cuentan, a través de sus recuerdos narrados al espectador, sus glorias, triunfos y desgracias vividos en ese siglo XX tan nefasto y violento que todos hemos padecido. Todo ello con el único objetivo de ser recordados y de que todas esas penas y alegrías no se pierdan entre legajos y legajos de la historia. Con ellos viajamos al París más bohemio, a la Turquía más exótica para pasar a la Rusia de los zares y a la bolchevique después. Un viaje de 110 minutos lleno de emociones que muestran la ‘cara b’ del glamuroso mundo del artista y nos habla de miserias, sufrimientos y lugares de mala muerte (incluido un circo en sus horas bajas o locales de dudosa reputación en lo que menos importa es la creación artística) a los que hay que llamar para no visitar a la parca antes de lo previsto.
A través de este leitmotiv principal, esta creación abarca temas de gran actualidad como la censura, la crisis de los migrantes, de las decepciones tras seguir un ideal, la melancolía por la patria perdida y de la que nunca volverás a formar parte o la situación de inestabilidad vigente que hacen que se convierta en un trabajo sobre el pasado y en una reflexión, por parte del espectador, del presente. Es dar voz a los desfavorecidos, a los despreciados, a los olvidados en un mundo en el que, en muchas ocasiones, no se escucha a nadie. A esos que mueren esperando cruzar para llegar a otro país o a los que lo hacen en una cárcel como las checas de la Rusia de esos momentos.
Este relato, que no deja de dar giros hasta el final y que está basado en la novela El maestro Juan Martínez que estaba allí que recoge las historias del bailarín por parte del periodista Manuel Chaves Nogales (que vivió de primera mano algunas de esas crueles escenas del XX incluido el exilio), está protagonizado por un elenco de nueve actores que dan vida, en ocasiones, a varios personajes de la trama, revistiendo a la historia de dificultad y profesionalidad que habla mucho del buen hacer en la profesión. A la cabeza del mismo están Alfonso Lara (en el papel de Juan Martínez siendo el mismo director y autor de esta versión) y Sofía Monreal, los protagonistas y el punto central al que siguen todos los demás en unas perfectas interpretaciones y metamorfosis en varios personajes durante la trama.
A ello se une la gran labor de vestuario diseñado por Guadalupe Valero que respeta con pulcritud la historia y habla de una investigación en este campo a la vez que los actores utilizan constantemente al cambiar muchas veces de personajes. Aunque también es de destacar otros aspectos técnicos como la escenografía, llevada a cabo por Óscar Camín que es sencilla pero muy efectiva, y los audiovisuales de Jesús Rivera que hacen que la sala de los Luchana se transforme en un barco camino de un viaje al que quizá no se pueda regresar.
Nada negativo resalta de este trabajo que habla de las historias de esos artistas, no tan famosos pero que se ganan la vida con el Arte, que pueden ser cualquiera de nosotros que sufren, sueñas o aman en un mundo que muchas veces es cruel y sin sentido.
Una reflexión profunda en los tiempos superficiales que corren.
Juan Martínez es un bailarín flamenco retirado que consume sus tardes en los cafetines de Montmartre, donde recuerda sus peripecias por media Europa junto a su compañera Sole. Huyendo de la Guerra Mundial, atraviesan Turquía, Rumanía y Bulgaria y acaban en Rusia donde creen, ilusamente, estar a salvo del conflicto armado. Allí se verán atrapados por la Revolución de Octubre y asistirán en vivo y en directo a los acontecimientos que son de todos conocidos y que han marcado la Historia para siempre.
Más teatro
«NO ME OLVIDES. El arte en tempo, Hermosa historia del bailarin flamenco.Juan Martinez y su esposa Sole, Cuentan sobre el escenario su recorrido, y su arte.
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