INESTABLES

El pasado 14 de enero, el nuevo año comenzaba por todo lo alto para Carlos Zamarriego, estrenando su último trabajo en los Teatros Luchana. Con Inestables en la sala 1, presentaba una obra que hace malabares entre lo que entendemos por correcto e incorrecto y cuyo equilibrio está situado en las acciones de dos personajes, creados por la ambición personal y empresarial que les ahoga cada vez más. Un pequeño thriller con tintes agnósticos de derrota y con una pincelada especial de crítica machista que bordea peligrosamente la historia, para no flaquear en su objetivo final.

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Sobre qué estaríamos dispuestos a hacer por conseguir 1 millón de euros al año y sobre qué haríamos, una vez obtenido el jugoso premio, para mantenerlo dialoga muy bien Carlos Zamarriego con el espectador. Cada uno de nosotros nos estamos preguntando continuamente si lo haríamos, si cruzaríamos la línea y, sobre todo, qué pasaría al otro lado de ella. Su dirección y dramaturgia firman un contrato escénico con el público y con dos profesionales en alza, cuyo valor es destacado en una habitación de la que no salen en varios días. Hay una violencia no explícita conseguida por medio de la palabra y el salto al vacío que invita y obliga a realizar el poder. Una interesante reflexión sobre la lejanía desde la que nos posicionamos para poner en el punto de mirar nuestros deseos más inmediatos.

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Blanca Jara y Edgar Costas se ponen a prueba con dos personajes, en un principio, totalmente opuestos en sus líneas de actuación, pero proclives a encontrarse en un punto sin retorno del que ya ninguno podrá escapar. La colaboración especial de Manuel de Blas ayuda a crear la atmósfera hostil y encarceladora, necesaria para que el conflicto sea degustado poco a poco y con la atención puesta siempre en el paso por delante que cada uno cree dar sobre el otro.

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Edu Díaz en la producción, Matyssa Pérez Santos en el diseño de iluminación y Víctor Antonio Leão en el diseño forman un grupo de trabajo nada inestable y que ha sabido jugar a la par de un recorrido trazado por la ambición y el engaño pero también incautado por el instinto de supervivencia y de recuperación, quizás, de algo que ya estaba roto.

¿Cuánto cuesta el sueño de tu vida? Noelia es una mujer de negocios a punto de subir el peldaño más difícil de su carrera: ganar un millón al año. Pero para lograr el ascenso, tendrá que ser evaluada por otro miembro de la empresa durante un claustrofóbico fin de semana. Dos días donde los límites de la ambición serán puestos a prueba.