El Pavón Teatro Kamikaze sigue apoyando a los dramaturgos más jóvenes y acercando al público sus trabajos con su programa Las funciones por hacer, un conjunto de lecturas dramatizadas con un coste de 3 euros, organizadas en colaboración con Contexto Teatral y Plataforma de Directores Emergentes en Emergencia. Este programa trata de dar voz a las dramaturgias contemporáneas y acoge cada mes a dos autores y directores para la dramatización de un texto inédito en su espacio del Ambigú. Tras las lecturas, se celebra un coloquio entre el equipo artístico y los espectadores.
El pasado viernes 1 de diciembre fue el turno para Conde, de Alejandro Butrón dirigida por Pablo Canosales. Esta obra es una reflexión sobre la España del pelotazo pero también sobre nuestro presente. Los asistentes con más edad reconocieron, enseguida, el tiempo pasado encarnado en esa función y los más jóvenes pudimos contemplar una nueva cara de los hechos que conocimos por las noticias.
La inquietud de este dramaturgo por acercarnos a Mario Conde, como persona y como personaje, ha hecho que Conde sea un texto fuerte, cercano y directo porque apela al entorno familiar y al personal del protagonista, interpretado por el mismo Butrón acompañado de sus compañeros Ana del Toro, Paula Grueso, Nacho León y Javier Prieto. Atraído siempre por las historias de ascenso y caída, Butrón pone además el acento en el marco económico, social y político, conectado con cada uno de los muchos personajes que aparecen y desaparecen en escena y aumentando así la zona física y emocional que se consigue transmitir.
Alejandro Butrón
La peculiar manera de dirigir de Pablo Canosales vuelve a tener presencia en un pequeño espacio como el Ambigú del Teatro Pavón Kamikaze. Como un juego de niños, Canosales aprovecha cada mínimo detalle para sobresalir y cada elemento alrededor de los actores para que contenga otro significado, convirtiéndole en uno de los directores que más nos apetece ver en cualquier lugar por crear ambientes divertidos y originales.
Pablo Canosales
En el encuentro con el público posterior, las felicitaciones se sucedían constantemente, sobre todo las dirigidas al dramaturgo. Su juventud no ha supuesto ningún problema para acercarse a una historia “muy atractiva y con un toque español” que ya se encuentra en los cimientos de nuestra (corrupta) actualidad y que él recuerda haber visto de pequeño en la televisión. “Un hombre inteligente que usó su inteligencia para el mal y el poder”, así es la conclusión que Butrón hace tras un proceso previo de investigación de más de un año, añadida a la pregunta de por qué lo hizo si ya lo tenía todo. “Quise ser fiel, dentro de lo que cabe. Evidentemente hay mucha ficción. He rellenado los vacíos y, por eso, ha sido un trabajo de documentación de meses, de leer y entender”, explicaba. Con la conciencia plena de no salvarlo porque no se le puede salvar, “el toque humano sin quedarme con la imagen de ladrón” ha prevalecido tanto en el texto como en la dirección. ¡Felicidades! Esperamos ver pronto la obra montada en un escenario.
Una historia de ascenso y caída sobre uno de los iconos más emblemáticos de aquellos años: Mario Conde. Con los avatares de su existencia al frente y el trasfondo político-social del país como marco, contemplamos cómo un hombre brillante llega rápidamente hasta la cima del poder en una España calificada por algunos como “el mejor país de Europa para ganar dinero rápidamente”. Tras caer en desgracia por su propia voracidad, se despeña a una velocidad aún más agigantada hasta prácticamente desaparecer.
Más teatro
Más teatro off