Re cordis se representa actualmente en el Teatro de las Culturas
El pasado Festival SURGE dejaba en mayo un estreno lleno de aplausos en el Teatro del Arte. La obra Re cordis llegaba defendida en escena por Alberto Amarilla, quien, de nuevo, se vuelve a poner en la piel de un protagonista entrañable en la recién reestrenada sala Intemperie Teatro.
Re cordis (Volver a pasar por el corazón) se presenta como un espectáculo que une las nuevas corrientes de pensamientos del siglo XXI (neurociencia) con la capacidad de juego del teatro. Un hombre, que no (se) reconoce (en) su espacio y cuya memoria falla en recordar quién es. Así es el punto de partida que nace de la unión de dos viajes en paralelo que el público acierta a recorrer guiado por la emoción. El primero, ha latido dentro de nosotras gracias a la sensibilidad de un montaje hecho a la medida de una historia velada por el deseo de encontrar y el segundo abre la veda a la carcajada como síntoma de sinceridad.
Nunca se sabe dónde comienza la tristeza y dónde la degeneración neuronal dice un hombre perdido en sus pocos recuerdos y desde el interior de un actor con demencia senil. Los espectadores ven la tristeza y sienten cada gesto con el que deleita Alberto Amarilla. Los recuerdos están borrados de la mente pero no del corazón y gracias a una larga lista de personajes que recorren un único cuerpo en escena, este montaje tiene una agitación que no para de latir durante una hora y media y que ni siquiera se apaga durante los aplausos.
La dramaturgia esbozada por el trío formado por Sergio Rubio, Alberto Amarilla y Mabel Del Pozo ha creado una herida escénica. La fragilidad y el cuidado que han conseguido componer son únicos, engrandecidos por la dirección de los dos últimos, que llama la atención por acomodarse dentro del actor, sin tener que moverse más allá de unos pocos metros en su perímetro y demostrando un movimiento que no se rinde.
Re cordis sabe emocionar gracias a un juego táctico de sombras chinescas y con la presencia de una silla en la que se van acomodando diferentes viajes, con los que sentimos la desnudez de cada nuevo protagonista, de manera sincera y cercana. Además, la dulce voz de Nuria Gago, introduciéndose como una más, logra atrapar una especie de niñez enclaustrada en una imaginación feroz.
Alberto Amarilla saborea cada personaje con distintos olores y sabores. Sabe agarrarlos a cada instante, aunque sólo pasen segundos de intercambios entre unos y otros, casi a modo de fotogramas. Es un gusto verle y oírle, tanto como sufrir las consecuencias de su olvido. Volviendo a recrear la aventura de la infancia que cada uno llevamos retorcida dentro, la riqueza de este montaje no está en lo que vemos sino en lo que sentimos, en los gigantes que vimos y que resultaron ser molinos.
Recordar en esta obra es conocimiento, autoexploración y equilibrio. Meta. Principio. Aventura. Soledad. ¿Sabéis esa risa que lleva atada una punzadita de dolor? ¿Sabéis ese llanto que lleva consolado la risa? Todo esto es Re Cordis, una nueva oportunidad para dejarse arrastrar por una marea intensa en la que, a veces, temes naufragar y otras salvarte y agarrarte a tu tierra.
Un hombre se despierta en un lugar que no reconoce y del que no puede escapar. Poco a poco irá tomando conciencia de que ha pasado más tiempo del que cree y de que no recuerda quién es. A partir de ese momento los recuerdos que aún le quedan en su interior se pondrán en acción para recuperar su pasado. Recordar no como un acto de melancolía sino de conocimiento, volver a pasar por el corazón a todos aquellos seres que un día lo habitaron.
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Re CORDIS Es una obra par ver ,sentir y pensar,porque la misma intervienes el corazón, La obra es conocimiento ,y sensibilidad . Felicitaciones a Alberto A
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Re CORDIS : es una obra para ver y sentir y pensar, órque la misma intervienes el corazón , Ña obra es conocimiento y sensibilidad. Felicitaciones a Alberlto Amarilla.
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