Aunque Callar y quemarse lleva representándose ya algún tiempo, nosotras hemos ido a ver esta adaptación de Bodas de sangre el pasado viernes en el Teatro Prosperidad. Sobre un pequeño escenario, hemos descubierto a Los Romanceros, la compañía encargada de levantar una pieza que exhibe con acierto las mejores cualidades del teatro de Federico García Lorca.
Ellos llegan. Y hablan de dónde han aparcado. Y se disponen a calentar. Y comienzan. Y todo lo que ocurre a continuación sobre el escenario es un regalo. Este montaje nos ha servido para darnos cuenta de que a esta compañía hay que seguirla como una brizna de hierba, por dos principales razones. La primera es que Callar y quemarse revive una obra llena de fuego, pasión y venganza, es decir, no admite mayores cambios que las pautas principales que el autor dejó contenidas y que todos conocemos ya de haber visto tantas representaciones y versiones. La segunda razón es aún mejor ya que, justamente, se trata de una adaptación porque actualiza una boda, un punto clave del siglo pasado que sigue, afortunadamente hoy en día, resonando cada vez que se estudian sus palabras para ser expuestas sobre un escenario.
Sergio Villanueva se ha encargado de una completa dirección en la que los detalles metafóricos hilan fino para ir proporcionando al público las pistas necesarias. Los actores Leticia Montevera, José Miguel Sánchez, Ainhoa Molina y Raúl Ferrando, quien una vez más nos ha vuelto a conquistar, son la perfecta enseñanza de que no hacen faltan grandes artificios para saber acercar a diferentes tipos de espectadores una historia que sabemos no va a morir nunca. Cada uno de ellos exhala con su personaje la sinceridad del tema universal tratado en la obra. Además, y a otro nivel interpretativo, está Almudena Ardit, cuya espectacular interpretación resalta y demuestra, sin lugar a dudas, que un trabajo como el suyo es realmente bueno hasta en una minúscula sala y con una mínima escenografía, a base de sillas y pocos elementos por los que seguir brindando por el teatro lorquiano.
Los Romanceros Teatro es una compañía independiente formada por José Miguel Sánchez y Leticia Montevera, dos valencianos inconformistas que persiguen el único objetivo de hacer el teatro que les gusta, a través de autores clásicos. Su manera de aproximarse a estas obras es perfecta para dirigirse a los jóvenes, de una manera sencilla y fresca, pero sin olvidarse del resto del público, ya que sus montajes son tan universales como las palabras y los personajes que representan sobre los escenarios. Es por ello que Callar y quemarse está dirigida a cualquier tipo de espectador porque logran transmitir el mundo de Lorca de principio a fin.
La Novia, El Novio y Leonardo eran muy buenos amigos de la infancia, hasta que un terrible suceso hizo que se enfrentaran sus familias. Pasados los años, La Novia y El Novio se casan, pero la sombra de Leonardo, el primer amor de ella, sigue estando muy presente. En la misma noche de la boda, La Novia tomará una decisión que cambiará la vida de todos.
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«CALLAR Y QUEMARSE,es una obras que tiene vigencia actual y que siga en el futuro . Gracias por hacerme ver la importancia de la obra..
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