Como cada año, Nave 73 cierra temporada con su famoso ClasicOFF, el festival pionero en la escena teatral madrileña que acoge “nuevos estilos y nuevas formas de enfrentarse al texto clásico, utilizando diferentes lenguajes contemporáneos”. Es con esta excusa tan artística como nos hemos acercado a conocer la obra Scivias, que comparte cartel esta última quincena de julio con Yellow Macbeth, La donna immobile, The tempest, Guateque 69, Ofelia forever y Aparece un corazón en un descampado, recién llegada del Festival de Teatro Clásico de Almagro.
Después de que la compañía Grumelot reflexionara sobre el amor y la experiencia amorosa en la obra #SobreJulieta, ahora va un paso más allá e investiga sobre las experiencias «amorosas» de las místicas medievales. Este fenómeno visionario femenino del Medievo viajó por el continente europeo y se convirtió en todo un modelo de comportamiento y escritura para las visionarias españolas. Y nos llega a nosotros en forma de experiencia teatral configurada a partir de Scivias (conoce los caminos), el título de la gran obra de una de los referentes fundamentales, Hildegarda Von Bingen.
Ángela de Foligno también fue uno de los nombres principales para presentar este tema. Pero hubo muchas más mujeres que apostaron y vivieron acorde a sus principios y no bajo los de una sociedad tan oxidada. Y así lo intenta mostrar este montaje tan caleidoscópico, en el que las épocas, los orígenes y las vivencias de muchos personajes se mezclan y se tornan necesidad y respiración. Todas ellas fueron mujeres que escribieron, por imperativo vital, sobre sí mismas, y que decidieron comenzar un viaje desde la interioridad, con la religiosidad que esto también podía implicar. “Es una historia que comienza y termina en el amor; el amor hacia Dios o hacia quien cada uno sienta. Hay muchas cosas que, aunque tengan que ver con la religiosidad, son muy cercanas”, afirmaba Abel García, uno de los actores, en el encuentro con el público.
A partir de las propuestas del elenco al completo y sobre textos, además de las dos citadas ya, de Hadewich de Amberes, Juliana de Norwich, Beatriz de Nazaret, Matilde de Magdeburgo, Margarita Porete, Santa Teresa de Jesús, Sor Juana Inés de la Cruz, Tirso de Molina y dos fragmentos de Valle Inclán, ahora, Scivias apuesta por una nueva etapa. En ella, conlleva la responsabilidad y la modernidad de haber atrapado las palabras y de exhibirlas en las voces y en los cuerpos de 9 actores en escena, que llenan todo el espacio y los corazones de los asistentes. Si el origen fueron las primeras mujeres que construyeron una herencia sobre su visión del mundo, hoy, más que nunca, nos damos cuenta de que esos siglos siguen pesando, así como de que sus ideologías necesitan ser de nuevo expuestas y sus derechos reconocidos.
El verso clásico español está degustado en las bocas de todos ellos, gozando de la destreza adquirida en todo el proceso de investigación del curso de la Escuela Nave 73, con una habilidad deseada y expuesta por Lluna-Issa Casterá, María Crespo, Javier Cuartero, Abel García, Marta Hervás, Álex Marco, Melisa Meseguer, Aitana Torrero y Estíbaliz Racionero Balsera y con la colaboración de Mariano Estudillo, quien parece haber estado ocupado en este proceso toda la vida (por favor, Nave 73, ¿se puede organizar un concierto únicamente para ver a Mariano Estudillo, con todos los instrumentos que sabe tocar y todos los trucos escénicos que sabe hacer, para la próxima temporada?) La guía de Íñigo Rodrígez-Claro y Carlota Gaviño se nota, y de qué manera. Su juego artístico ha derivado hacia una dirección impecable, impactante y, sobre todo, sincera y fuerte para rozar nuestra intelectualidad a la vez que los sentimientos.
Scivias es un trabajo “experimental, intelectual y metafórico sin marco dramático”, según palabras de Gaviño, que habla del amor erótico, espiritual, terrenal, en femenino… porque Dios es todo. “Nos hemos tenido que acostumbrar a mirarlo todo por primera vez y eso ha sido muy difícil. Hablamos del amor con el significado que el espectador quiera dar”, comentaba Álex Marco. A su lado, Aitana Torrero explicaba que las preguntas contenidas en Scivias, “son preguntas que todo el mundo se hace y que por naturaleza están en nosotros. Lo que hemos hecho ha sido individualizarlas, preguntándonos qué significaba para nosotras”.
Igual que se desprenden los personajes de esta obra de todo cuanto tienen sobre su piel y su pensamiento, nos quedamos nosotras ante tal espectáculo, acogiendo una experiencia mística que nos llevamos en los aplausos, una exposición tremendamente inteligente que se ha atrevido a salir a la intemperie del siglo XXI, pidiendo prestado nuestra atención durante dos horas. Este montaje anual de la compañía Grumelot y la Escuela Nave 73, que ha contado también con el asesoramiento de Lucas Condró, José Juan Rodrígez, Ana Contreras y Pablo García Acosta, sabe honrara a las mujeres y constituye un asalto a la percepción del tiempo y del espacio, un aviso artístico para dejar claro el sitio que deben ocupar unas palabras para configurar la divinidad terrenal. Porque nos quedamos con la fuerza de que ahora es antes. Ahora podemos (re)escuchar las palabras de Santa Teresa. Ahora podemos escuchar lo que somos a través del teatro que se convierte, por fin, en experiencia.
Mujeres que escriben, mujeres que hablan acerca de lo que les sucede en un espacio invisible: el de la interioridad. Mujeres, escritura y experiencia interior: la conjunción de estos tres elementos es explosiva por lo insólita. En este marco espacio temporal conviven textos medievales y versos barrocos, en una experiencia escénica que anhela entrar en contacto con lo trascendente a través de la interioridad de cada uno de nosotros.
Más teatro
Más teatro off
EL TEMA DEL AMOR DESDE LA INTERIORIDAD ,MUY INTERESANTE, ME LLAMÓ LA ATENCIÓN EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DESDE EL MEDIOEVO.
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