Arrugas y granos no es una buena combinación vuelve a la sala Nueve Norte los domingos.
Teníamos muchas ganas de conocer la sala Nueve Norte y por fin, el pasado mes de junio, lo hicimos. Y comenzamos a lo grande, con un monólogo excepcional que nos sorprendió por la sencillez y grandiosidad que contiene y sabe expresar. Arrugas y granos no es una buena combinación presenta la historia de una mujer en la treintena, con una mirada hacia atrás verdaderamente divertida y con la que quedarse a aplaudir un buen rato.
Sabemos que, a veces, puede hacerse difícil reservar una tarde para ir a ver un monólogo que no esté enmarcado en una sala de comedia conocida. Pero, queremos advertiros de que esa idea debe de salir pronto de vuestras cabezas, pues, esta obra es una aire fresco que nos introduce en la intimidad y recuerdos de una protagonista exultante en el escenario.
Durante poco más de hora y media, Belén López-Valcárcel nos cuenta, entre muchas risas y alguna lágrima, lo que ha sido su vida hasta ahora; recorremos absortos sus primeros momentos de vida, su gracia, sus dudas, su valentía y el derroche de pasión que pone en cada momento representado. Además, las risas, tantos suyas como nuestras, acuden tan originalmente que, desde el principio, ya quieres quedarte a que te cuente su vida hasta sus 37 años. Y después, queremos más.
María Juan ha colaborado en el texto, junto a la actriz protagonista y José Manuel Carrasco, y también dirige un montaje fresco, jugoso de vivencias con nombre propio pero llenas de identificaciones y de magia descubierta que enlazará directamente con cada uno de los espectadores. Matyssa Pérez Santos nos vuelve a regalar su táctica de luces y sonidos y está más presente que nunca porque, prácticamente, es un personaje más que necesita esta actriz en su despedida.
Con la producción de La Chula Producciones, Belén nos regala una última aparición sobre los escenarios, con una cálida acogida, acompañada de ritmos en una guitarra y voz peculiares, con los que nos hipnotiza en cada paso que da. Con un maillot rojo y unas pinceladas de su vida, en forma de camisetas, faldas y algunos otros complementos que dan aún más vida a esta comedia, Arrugas y granos no es una buena combinación resulta ser un plan perfecto para dialogar sobre nuestro propio camino emprendido y sobre las metas tan fastuosas que nos imaginamos, sin olvidarnos de ser realistas sobre a dónde hemos llegado.
Belén se está planteando seriamente abandonar al teatro. Pero ella es muy educada y no lo dejará de cualquier manera. Ella no se irá sin despedirse. Arrugas y granos no es una buena combinación es una comedia sobre lo que significa ser mujer de 37 años en el 2017; siempre desde la risa, un divertidísima reflexión acerca de las dudas, las aspiraciones, las inspiraciones, las rarezas, las tristezas y del lío de la vida en general. Un monólogo con guitarra y cante o pequeña pieza terapéutica.
Más teatro