Tenso y perturbador drama psicológico. Así se presenta esta película para saber provocar(nos) ya desde el principio. Demonios tus ojos ya lleva implícito un tono de advertencia y casi un grito de soslayo sobre lo que vamos a observar (y quizás a juzgar). El magnífico y estudiado guión lo comparten el director Pedro Aguilera y Juan Carlos Sanpedro. Los actores Ivana Baquero y Julio Perillán protagonizan esta película, enfocando en sus personajes a la pareja principal de la trama, acompañada también por Nicolás Coronado, Lucía Guerrero, Elisabet Gelabert y Juan Pablo Shuk.
Éste es el tercer largometraje co-escrito, producido y dirigido por Pedro Aguilera. Este cineasta vasco insiste en que no dejemos de fijarnos en algo que puede perturbar(nos), ya sean problemas actuales de supervivencia enfocados desesperadamente en una figura materna en La influencia, en un anónimo y endemoniado inmigrante en Naufragio o cerrando un ojo para observar por una mirilla la impaciencia de la obsesión en Demonios tus ojos, una coproducción hispano-colombiana de Pedro Aguilera, Antonello Novellino y Cristina Gallego (como productores) y de Jorge Manrique Behrens (Carmelita Films) como productor asociado.
Un director de cine algo aburrido de su supervivencia social y personal. Ella, una estudiante inconformista de su correcta cotidianeidad. Comenzando desde la mirada de un director de cine, el laberinto que arroja este largometraje se vuelve invasor, íntimo y entusiasta por un objetivo en concreto, que otorga una oportunidad única para ver a una Ivana Baquero sobresaliente y con una interpretación que más que seducir, contacta y regala al público. Sobrepasando las fronteras de un tabú, del que incluso saliendo del cine cuesta hablar, Julio Perillán contamina con su capacidad ejemplar de enfrentarse a la cámara y de ser a la vez un punto de vista. Ambos personajes logran alcanzar la ambigüedad propuesta en la que la manipulación y la libertad laten como un par de imanes.
Ser voyeurista es un paso que enseguida se supera en esta historia, encajada entre la peligrosa esencia de inocencia y la confirmación de una sospechosa forma de mirar que se va transformando en su hora y media de duración hasta unos límites aplazados. Con la moralidad a flor de piel, este juego entre hermanos nunca frena. Esto es, sin duda, lo mejor de la película; mientras que el espectador vacila entre el foco de atención con el que identificarse y espera que, en un momento dado, uno de los jugadores diga “basta”, la ejecución sigue su propio ritmo entre dos protagonistas exhaustos ante una victoria de sensualidad y perversión.
Ya se han comentado todas las sutilezas cinematográficas en las que recae Demonios tus ojos, otras películas que han hablado de la mirada real y la doblegada ante la cámara anteriormente. El formato más cuadrado tampoco es nada nuevo, ni la voz en off ni el fuera de campo. Pero la utilización de este conjunto guía al espectador para que se atreva a mirar y esa acción no resulte en vano. Cada plano funciona como un cuadro instintivo al que asomarnos con los cinco sentidos. Pedro no arriesga. Está haciendo y produciendo una película por la que tiene fe. Sería inaudito que no fuera así, ¿no?
Demonios tus ojos ha llegado del Festival de Cine de Málaga arrasando con 3 premios conseguidos en ZonaZine; Biznaga de Plata a la Mejor Actriz (Ivana Baquero), Mejor Actor (Julio Perillán) y Premio Escuelas de Cine a la Mejor Película. Su prèmiere mundial tuvo lugar en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Róterdam. Ha participado en la Sección Oficial Bafici-Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. Más recientemente, también ha sido seleccionada para competir en la sección Talents y por el Premi de la Crítica en el D’A Film Festival de Barcelona, en el Vilnius Film Festival y en el Festival Du Cinéma Espagnol de Nantes. Ahora, es el turno de disfrutarla en nuestras pantallas gracias a Good Films el próximo 12 de mayo.
Oliver, un joven director de cine asentado en Los Ángeles, descubre una noche en una web erótica que la protagonista de uno de los explícitos vídeos es su hermana pequeña, Aurora. Sorprendido y confuso, decide viajar a Madrid, tras varios años sin visitar a su familia. Comienza así una búsqueda obsesiva de respuestas, un viaje íntimo hacia la turbación y la verdad de la imagen, una historia de dominación y manipulación, sobre los límites de la moral y la pérdida de la inocencia vital y audiovisual.
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