La ciencia ficción con tintes de realidad llega a las pantallas con El círculo, una película protagonizada por Emma Watson y Tom Hanks y dirigida por James Ponsoldt. Este thriller, que va llenándose de tensión y suspense, llegará a nuestros cines el próximo 5 de mayo con DeAPlaneta. Un sistema, una aplicación, un modo de vida y una posible opción a partir de la que inaugurar el futuro. Todo esto y más es El círculo.
Desde el altruismo identificado por una chica que no encuentra trabajo (historiadora del arte, ojo al dato, la comprendo) y que, de repente, ve la mejor oportunidad de su vida laboral, hasta el más retorcido proceso de control humano se ven enfrentados en una película que ha dejado muchas cuestiones de lado y se ha centrado en la tecnología más viral y transparente que pueda conseguirse, aplicada desde una especie de red social que rápidamente se convierte en una manera de vida obligada; TruYou: una sola cuenta, una sola identidad, una sola contraseña y un solo sistema de pago por persona.
La democracia real, el nivel de conocimiento o el hecho de desnudarnos virtual, física y socialmente son los temas que más se barajan como futuros pero de los que acertamos a visualizar su impronta ya en paralelo a la actualidad. Se trata de saber jugar a un juego en el que la exposición constante puede ser sinónimo del Bien o del Mal, dependiendo de las manos que la ejecuten y, quizás, sin ver las posibles consecuencias de un híbrido descontrolado.
Por supuesto, también hay un debate interno y externo sobre que un monopolio sea el encargado de dirigir las vidas de estos personajes. El abuso de poder, el control o los límites de la privacidad que tanto están siendo tratados en series y películas, aquí alcanzan otro nivel, coincidiendo con la sabiduría global de intentar engendrar nuevas generaciones enchufadas a la red por imposición natural, hecho que, en principio, sólo perseguiría el equilibrio mundial en cualquier ámbito.
Las herramientas de El Círculo están muy bien mostradas para el poco proceso de adaptación que tiene el espectador. No hay una introducción propiamente dicha de todo lo que encierra esta plataforma, pero rápidamente nos damos cuenta de que la mayor utilidad es que todo esté al alcance de un botón, tan cerca de nuestro día a día que ya no necesitamos ni que nos presenten el revolucionario producto porque ya lo estamos probando. Acertado este principio, en el resto de la película sólo hay una pregunta que hacerse; ¿transparencia o privacidad?
El círculo se basa en la novela homónima del estadounidense Dave Eggers, autor que presenta una mirada al futuro desde el mundo digital, incluyendo el fenómeno del Big Data como un personaje más en la historia.
Cuando contratan a Mae para formar parte de la empresa tecnológica y social más grande y poderosa del mundo, ella lo ve como la oportunidad de su vida. Mientras va subiendo puestos, el fundador de la compañía, Eamon Bailey, la anima a formar parte de un experimento innovador que va más allá de los límites de la privacidad, de la ética y, en última instancia, de su libertad personal. Su participación en el experimento, y cada decisión que tome, afectará a las vidas y al futuro de sus amigos, su familia y de la humanidad.
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