Les dije suavemente que bebieran vino y tuvieran una habitación propia.
Es uno de los textos más conocidos y extraordinarios de Virginia Woolf. En su época, rompió moldes y aún sigue considerándose un referente del movimiento feminista. En 1928, una escritora da una conferencia en los colleges femeninos de Cambridge, sobre el tema «las mujeres y la literatura». Ahora, el Teatro Español acoge Una habitación propia, con adaptación y dirección de María Ruiz y protagonizada por Clara Sanchis en el escenario. Se podrá disfrutar desde el 27 de abril al 21 de mayo en la Sala Margarita Xirgu.
La propuesta de este monólogo, inspirado en el mítico ensayo feminista de la escritora británica, ha sido presentado por Carmen Portaceli, directora artística, como ejemplo de la paridad que forma parte del Teatro Español por naturaleza. “Es muy importante que nos recuerden dónde estamos y creo que Virginia Woolf lo hace constantemente, con ironía y con una inteligencia extraordinaria”. A su lado, María Ruiz daba la clave para llevar a escena este ensayo: “Virginia plantea no ideas teóricas sino ideas que están expresadas con personajes reconocibles y circunstancias determinadas de la vida”. También ha advertido que la dificultad más extrema al enfrentarse a su texto ha sido cortarlo, habiendo quitado la parte de la crítica literaria desde el principio, aunque ha mantenido su peripecia.
La actriz que interpreta a la autora confiesa sentirse útil por primera vez en la vida gracias a este personaje, quien le ha ayudado a conocer y a preguntarse por el pasado de las mujeres, en general, y por el de las de su familia, en particular. Con sentido del humor y con una mirada fuera de la mirada de género, antiretórica, desde la inteligencia más absoluta, la directora también ha resaltado “la mezcla que hace entre las ideas puras, las más altas, las cuestiones sin resolver, las ideas comunes, con el brebaje de la vida cotidiana”.
El montaje de este emulsivo texto es una pequeña exquisitez degustada sin prisas, sin alagos innecesarios y con la ternura y la fuerza necesarias para que se engradezca el discurso gritado a voces pero que tanto nos cuesta llevar a la práctica. Sanchís se hace dueña del espacio desde el momento en el que el púlico la oye llegar, la siente hablar y la visualiza enclaustrada en un momento histórico que necesita ser tratado como María Ruiz lo ha hecho, sin ataduras y sin complejos.
Una habitación propia cerró el pasado año la programación en El Ambigú de El Pavón Teatro Kamikaze. La obra es una producción de Clara Sanchis, con la colaboración de Seix Barral y Nuevo Teatro Fronterizo. El equipo se completa con la música de Clara Sanchis (a partir de J. S. Bach), el vestuario de Helena Sanchis y Humberto Cornejo, la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, la fotografía de Isabel de Ocampo y Diego Ruiz, el material gráfico de Diego Ruiz y la distribución de Salbi Senante.
La presentación del montaje coincide con la firma de adhesión del Teatro Español a la “Carta de la Temporada Igualdad Mujer/Hombre en las Artes Escénicas”, una iniciativa promovida por la Asociación Clásicas y Modernas para emprender un proceso progresivo con el objetivo de alcanzar la igualdad profesional entre mujeres y hombres en el sector. Laura Freixas ha resaltado que “reconocer el feminismo y reconocernos como feministas es un deber de gratitud histórica”. La adhesión a esta carta, que ya han suscrito 19 centros dramáticos, teatros y auditorios, festivales nacionales e internacionales, municipios y otras organizaciones – en Madrid, el Teatro Español, Conde Duque y el CDN – supone el compromiso de aplicar criterios de paridad en aspectos tanto de programación artística como de gobernanza y comunicación. Esta acción está además vinculada a las iniciadas por el Movimiento HM (Homme-Femme) en Francia con vocación de extensión europea.
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