En una actualidad tan golpeada por la noticia del desarme de ETA, existe otra manera de mirar el tema. La obra de teatro Ni con tres vidas que tuviera da la oportunidad de reflexionar sobre un escenario, a partir de una entrevista real que todos recordaremos haber visto en televisión, en la que Jordi Évole charlaba, entre la maleza, con el ex terrorista Iñaki Rekarte en su programa Salvados (La Sexta) en mayo de 2015.
Nave 73 acoge los viernes del mes de abril un recoveco en el que una periodista se encuentra con un hombre que ha cumplido una condena de más de 20 años y ahora intenta empezar una vida (nueva) al lado de su familia. Hay, además, un tercer personaje que sirve para recordar un pasado muy doloroso y unos hechos que tuvieron consecuencias graves desde el año 1992. En paralelo, se trata de dar voz al culpable y a Silvia, la hija del matrimonio fallecido, quien publicó un comunicado en el que contaba su reacción y con el que no permite olvidar aunque, quizás, muestre un pequeño hueco para el perdón.
Escrita por José Pascual Abellán, siguiendo las declaraciones emitidas de Rekarte, y dirigida por Sergio Arróspide, este montaje acude a encontrarse con los fantasmas de una acción terrorista, cuyo protagonista explica desde su llegada hasta que se enfrenta cara a cara con la hija de los padres que mató. Asumiendo la culpa, delimitando responsabilidades y dejando al descubierto diferentes perspectivas, hay un largo diálogo expuesto y mezclado en secuencias con el monólogo de una de las víctimas.
Lucía Esteso y Borja Maestre a un lado del escenario y Esther Vega al ovtro, pacientes con un texto eclipsado por la realidad y a través del que Maestre destaca con la convicción de su potente interpretación. Su testimonio es la base sobre la que se va construyendo el resto; sin pericias escénicas, sin trucos ni adornos, simplemente ofreciendo palabras con las que razonar, con las que saber hablar de una cuestión que aún cuesta oír en voz alta.
Los medios de comunicación también están presentes para aunar todas las preguntas posibles sobre el tema. ¿Hay perdón, dolor, entendimiento, venganza, arrepentimiento? Estas son algunas de las primeras ideas que se irán acomodando a cada personaje y de las que evolucionarán otras necesarias. Entender para saber. Ni para justificar ni para perdonar.
Inspirada en la entrevista que el periodista Jordi Évole realizó al ex etarra Iñaki Rekarte en su programa Salvados (La Sexta), la obra sitúa la acción en el momento en el que un hombre, que acaba de cumplir condena, vuelve a la vida (la que un día sembró de horror) y se enfrenta a las preguntas de una redactora gráfica, en lo que será la antesala del encuentro más complicado: el del asesino con la familia de sus víctimas.
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