El próximo 20 de enero llegará a nuestros cines una película que retrocede en el tiempo para mostrarnos una parte de la historia que nunca cumplió una justa condena. Colonia está dirigida por Florian Gallenberger, quien ha filmado un drama en el que se dan cita dos grandes actores que por primera vez trabajan juntos: Daniel Brühl y Emma Watson.
Ambientada en el Golpe de Estado de Pinochet de 1973, esto tan sólo es una evasiva para ofrecer al espectador una subhistoria que pronto sale a la luz y se va desarrollando con un buen juego de tensión fílmica. A la pareja principal les acompaña un antagónico Michael Nyqvist, que borda un personaje que mezcla la maldad y la divinidad a un nivel tan devastador que horroriza pensar en su existencia. Completan un reparto de lujo nombres como Richenda Carey, Vicky Krieps, Jeanne Werner y Julian Ovenden.
Colonia Dignidad fue un sitio físico y mental atroz, fielmente recreado, según las fotografías que se ofrecen en los créditos finales, y que aborda una tapadera de la que, afortunadamente, hoy en día podemos escribir. Abusando de un pueblo hambriento de justicia, este trabajo aborda la capacidad humana de destrucción a la vez que de salvación, con tintes políticos por el enclave alemán en Chile que queda expuesto gracias a que, en el siglo pasado, alguien lucho por ello.
Esta película es horror y angustia en un nivel constante y eficaz en lo que, al principio, parecía ser una excusa para crear y malgastar una historia de amor pero que se cuela en la piel con intensidad por el cachito histórico que logra representar. Colonia es una producción entre Alemania, Luxemburgo y Francia y a España llega presentada por F&P Media, tras presentarse en el Festival de Toronto y en el Festival de Berlín.
Una joven pareja se ve envuelta en el golpe de Estado de Chile en 1973. Él es secuestrado por la policía secreta de Pinochet, y ella le seguirá la pista hasta una zona del sur del país llamada Colonia Dignidad, que aparenta ser una misión de caridad regida por un sacerdote.
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