El próximo 5 de agosto llegará a los cines El verano de May, una película que ha escrito, dirigido, producido y protagonizado Cherien Dabis y que completan, en el reparto principal, los actores Alia Shawkat, Nadine Malouf, Ritu Singh Pande, Hiam Abbass, Alexander Siddig y Bill Pullman. Con síntomas autobiográficos como los veranos que pasó la protagonista en Jordania con su madre y hermanas o la separación de sus padres, esta película nos enseña una historia familiar mezclada con amor y religión.
Entre hermosos paisajes, intimidad entre hermanas y una búsqueda constante de la identidad femenina en un mundo de hombres que marcan el ritmo, la historia de May nos habla del amor entre una pareja de la que sabemos mucho a pesar de aparecer juntos en tal sólo dos secuencias. Probablemente, ahí radiqué la virtud de esta película, en saber transmitir unos acontecimientos con palabras más que con acciones.
El matrimonio intercultural e interreligioso están presentes en El verano de May, hablando de una herida abierta aún más grande de lo que pensamos, exactamente como le pasa a la protagonista. El regreso a su hogar marcará un antes y un después y le hará replantearse totalmente su vida, en otro ambiente que parece no conocer aunque sea el de su infancia y juventud.
Suficientemente inteligente para saber comunicar una relación familiar difícil, con personajes que se encuentran en el momento adecuado y con la valentía para tratar y entremezclar temas religiosos y actuales, El verano de May hace acopio de valor para ayudar a los personajes a no callar nada y a actuar a partir de lo que sienten.
Rodada en Jordania “con el fin de mostrar este lado americanizado e inesperado del mundo árabe”, el Mar Muerto tiene un protagonismo en la película y también para la directora, quien persiguió el objetivo de “capturar la dualidad de lo que es y en lo que se ha convertido”. Y hasta el final está presente esta encrucijada de caminos, en una película en la que las decisiones son clave para seguir adelante en muchos aspectos de la vida.
El verano de May sigue a May Brennan, una sofisticada neoyorquina que vuelve al hogar de su infancia en Amman, Jordania, con motivo de su boda. Poco después de reunirse con sus hermanas y sus padres divorciados, los innumerables conflictos familiares y culturales llevan a May a cuestionarse el gran paso que está a punto de dar.
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El verano de may, es muy interesante, donde la palabra da a entender más que los hechos en sí.
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