Directamente desde el MoMA de Nueva York llega al centro de Madrid la importante retrospectiva Torres García. Un moderno en la Arcadia, desde hoy y hasta el 11 de septiembre. Cuenta con un comisariado de lujo, Luis Pérez-Oramas, conservador de las colecciones de arte Latinoamericano del MoMA, lo cual se refleja en la calidad del discurso expositivo, la selección de las obras y la distribución de las mismas.
Ritmo de ciudad, 1918. Óleo sobre cartón. Colección privada Londres. 51,7×71,1 cm © Sucesión Joaquín Torres-García, Montevideo 2015 Photo courtesy of Sotheby’s
He de confesar que, durante las últimas semanas, he estado esperando con mucha ilusión que llegase el día en el que la muestra se abriera al público. A pesar de las leves diferencias, puesto que aproximadamente media docena de obras presentes en el museo neoyorkino no podrán contemplarse en nuestro país, esta es sin duda una de las más brillantes muestras dedicadas al arte de la primera mitad del siglo XX expuestas en Espacio Fundación Telefónica.
Paisaje constructivista, 1929. óleo sobre madera / tabla (80×100 cm) Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo. © Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo
Si algo caracteriza a Joaquín Torres-García, uno de los artistas uruguayos de mayor repercusión internacional, es su estilo tan propio, la manera de plasmar un arte imposible de clasificar, que no se encasilla, un estilo muy personal en la vanguardia, a la cabeza de las innovaciones y experimentos plásticos, que evita dejarse impresionar por » los avances del nuevo siglo», como hicieron la mayor parte de sus coetáneos.
Torres-García se sirvió de los más variados procesos técnicos y distintos lenguajes desde el clasicismo, presente en la primera sala hasta la abstracción geométrica ejemplificada en los últimos ambientes de la exposición. Por destacar algunas de las piezas que componen la muestra, podemos señalar que contamos con la presencia de lujo de trabajos como los Manifiestos de Arte Constructivo editados por el autor entre los años 1934 y 1940.
Pintura, escultura, dibujo y, en definitiva, todo su arte expresado a través de diversos lenguajes nos acompañarán durante todo el verano. Al llegar el otoño la muestra viajará hasta al Museo Picasso de Málaga, donde se podrá disfrutar a partir del 5 de octubre.
La retrospectiva del artista uruguayo, comisariada por Luis Pérez-Oramas, pone el foco en la individualidad de un artista que elude la clasificación. Una nueva lectura de la obra del pintor que abarca desde sus primeras realizaciones en Barcelona a finales del siglo XIX hasta sus últimas piezas elaboradas en Montevideo en 1949.
Sonia García de León Hernández
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