Estrenada el pasado 12 de marzo, Some explicit polaroids ha llegado a Teatro Lagrada cargada de vivencias dramáticas que Mark Ravenhill pone en escena y que el espectador comparte con los actores David Amón, Claudia Escobar, Emilio Gómez, Víctor Miró, Paloma Montero y Paco Roma.
Lidio Sánchez Caro se ha encargado de la adaptación y dirección de esta obra de teatro que mezcla dolor y realidad, con un trabajo de equipo digno de destacar en el que han intervenido Gloria Echevarrías en la traducción, María Marcos Patiño en el diseño plástico, Germán Navarro y Robin Taylor-Firth en la música y espacio sonoro, Emilio Gómez en la fotografía y Patricia Marcos en la labor de difusión y prensa.
Artistas Y. se ha encargado de la producción de Some explicit polaroids, que sabe hablar sin tapujos de una sociedad actual a la que hay que mirar a los ojos directamente para asumir en lo que nos estamos convirtiendo. No falta la ironía y el humor para ir moviéndose en terrenos de participación social peligrosa.
Cada uno de los personajes en Some explicit polaroids tiene una responsabilidad clave en la obra; un expresidiario, un enfermo de SIDA, una stripper, una concejal y un hombre de finanzas se unen para elaborar una crítica salvaje sobre los efectos de la globalización y la capitalización a través de pequeños impactos a modo de “fotografías instantáneas” que el público entenderá desde el primer momento.
Comparando tiempos y juventudes, maneras de luchar y compromisos políticos, Some explicit polaroids tienen el don de tener una escenografía pequeña pero de llevar al público hasta el Támesis o hasta una habitación de hospital, gracias a los personajes que recrean sus momentos llevados por sus propias tragedias, uniéndose en sus peores momentos y atisbando cada uno una esperanza pequeña de volver a creer en sí mismos.
Esta obra de teatro repasa aspectos como la muerte, la enfermedad, el dolor o el miedo en escena en un recorrido inteligente de personajes que se van uniendo de manera factible, con la relación suficiente para que pensemos en que nosotros estamos haciendo de este mundo un caos, pero sigue estando en nuestra mano intentar remediarlo.
Tras pasar 15 años en prisión por secuestrar a un líder empresarial, un activista político se reencuentra con su ex pareja y descubre el mundo de principios del siglo XXI: una sociedad en la que todo es visto como un bien intercambiable y desechable.
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