La Sala Tú es una de las salas de teatro más acogedoras de Madrid. Con un pequeño espacio de cafetería y un decorado ecléctico como antesala, el lugar en el que ocurre la magia del teatro es especial por la cercanía que hay y la originalidad de sus asientos, sillones en los que sentirse como en casa cuando se va a disfrutar de obras como la estrenada el pasado día 2 de septiembre, A bombo y platillo.
Cristina Rojas es la actriz encargada de defender el personaje de una mujer que tiene que medir sus apariencias, controlar su forma de hablar y, a la vez, intentar compaginar su vida personal con la política. Presentado en forma de monólogo, este personaje se pasea como quiere, se expresa como exige el protocolo y decide como una mujer del siglo XXI, con base de comedia y tintes sociales que podemos reconocer y recordar de algún líder al azar, ayudado de la dramaturgia y dirección de Luis Felipe Blasco Vilches.
Tenemos gato se encarga de la producción, representando a una compañía malagueña que nació en el año 2008 “por la necesidad de hacer teatro” y con una misión clara de enseñar y recapacitar sobre variados temas actuales, como también propone su primer largometraje producido; Seis y medio. Su proyecto ¿Cuchara o tenedor? acoge esta obra de teatro como la primera de las piezas teatrales (que se completa junto a La naranja completa e …y estoy guapa) que intenta indagar y hacernos reflexionar sobre los prejuicios que se esconden entre la sociedad en la que vivimos. En este caso, el tema elegido es la xenofobia, en la figura de una alcaldesa que dice una cosa y hace otra, en una contradicción humana que también se relaciona en A bombo y platillo con el tema de la homosexualidad. Además, al tratarse de un personaje femenino, la igualdad de género entra en juego de manera sutil y pausada en su casi una hora de duración.
Las risas y las ironías sobresalen de las palabras de esta peculiar lideresa que pretende contentar a sus votantes y a ella misma “a bombo y platillo”, intentando convencerse a sí misma de que lo que quiere y lo que tiene, lo que piensa y lo que hace debería ser lo mismo pero por desgracia no lo es. Integrada entre todos los convencionalismos presentados y organizados en sus palabras, tratar de ocultar lo que siente y piensa traerá consecuencias sociales y personales a su vida, que está a punto de dar un giro radical por sus decisiones tomadas.
Las apariencias engañan , buen tema para muchos comentarios, Bombos y platillos merece ser vista
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