¿Cuántas veces habéis visto un partido de fútbol, sentido los colores o criticado a un árbitro?
Vivimos en un país en el que el fútbol, queramos o no, forma parte de nuestra vida cotidiana. Incluso aquellos que nunca han pisado un estadio conocen nombres como el de Iker Casillas o Leo Messi. Más que un simple deporte, los aficionados y los medios de comunicación parecen haber convertido esta profesión en un espectáculo de masas, donde tanto importa quién marca el gol, como quién te lo cuenta. Sin embargo, son muchas las críticas que los aficionados y no tan aficionados ejecutan a diario sobre la calidad periodística de los medios, que en algunos casos parecen haber perdido el norte objetivo a cambio de convertirse en esclavos de las bufandas.
Para hablarnos de esta actual situación, el director José Luis Sánchez Maldonado, nos presenta Cuero y tinta. Un documental sobre el periodismo deportivo.
La película recorre la breve evolución que ha sufrido este tipo de periodismo, incidiendo en los aspectos más polémicos tratados de primera mano por los propios periodistas deportivos, algunos de los cuales son particularmente relevantes, como es el caso de Alfredo Relaño (Director de AS), Santiago Segurola (Adjunto dirección MARCA), Joan Vehlis (Director de SPORT), José Ramón de la Morena (El larguero. La Ser), Manolo Lama (COPE) o Josep Pedrerol (El chiringuito de Jugones).
José Luis Sánchez manifestó a la prensa que su intención desde el primer momento fue hacer “un documental reflexivo y analítico, alejado de la solemnidad y pomposidad que abrazan al fútbol español” según sus propias palabras. Sin embargo, el director granadino no puede evitar ver un pesado velo circense sobre el periodismo deportivo de España.
Entre promociones, y el estreno de la película el día 3 de julio, José Luis concedió una entrevista a Duas para desvelarnos los misterios que esconde esta entramada vorágine de periodistas, deportistas y empresarios, conocida como prensa deportiva.
DUAS – ¿De dónde viene tu interés por el periodismo deportivo?
JOSÉ LUIS – Desde siempre he seguido la prensa deportiva; mi hermano era el tercer portero del FC Granada. Yo en cambio jugaba al baloncesto, me gustaba más ese ambiente, era más sano. He tenido una fuerte vinculación al deporte como fan y “televidente”. Pero con los años vi que las cosas estaban cambiando, la gente se volvió más agresiva y se generaban tensiones. Hace treinta años el periodista no era un personaje, una figura, sino un informador. Ahora se aplica el periodista como personaje. Hay tertulias en las que a un lado están colocados los periodistas forofos de un equipo y en el lado contrario otros periodistas que defienden a otro equipo.
D – ¿Crees que los periodistas no son objetivos?
J.L. – La objetividad como tal es imposible, pero se debe tratar de llegar a ello.
D – ¿Consideras que el documental es crítico?
J.L. – No. Tiene un tono crítico, de nostalgia o añoranza al periodismo crítico, pero no se plasma una opinión. Que el espectador decida que está mejor o peor. Yo no soy periodista, no tengo potestad para decir qué está bien o mal. Suponemos que a alguien le pueda molestar, pero hemos trabajado con planos fijos, sin ningún tipo de trucaje ni manipulación. Siendo austeros hemos conseguido esa objetividad. Es un documental muy setentero a la hora de la realización. Sí hemos sido críticos con los temas de los que se habla, pero quienes hablan son los propios periodistas.
D – ¿Cómo comenzó esta odisea del documental?
J.L. – Primero hice el borrador de un guión más amplio. Pretendíamos hasta hablar sobre cómo esto afecta a los niños, pero no queríamos frivolizar y nos íbamos del tema, así que nos centramos en el mundo deportivo. Hicimos un análisis de cómo era antes y cómo ha llegado a nuestros días, pero todo ello tratado desde un punto de vista objetivo. Queríamos hacer lo que no se hace en la prensa.
D – ¿Cuándo empezaste a trabajar en este proyecto?
J.L. – Hace cuatro años. Ramón Ramos, periodista e historiador deportivo, me prestó su ayuda para contactar con periodistas como Alfredo Relaño, y también en la documentación. Después estuvimos dos años buscando financiación. Sin embargo, tras un tiempo y como productora (Occidente Producciones) teníamos dinero guardado para nuestros propios proyectos. Finalmente asumimos el cien por cien de gastos de rodaje, que han sido unos quince mil euros. No hemos contado con ayudas estatales, cadenas de televisión, etc. Seguimos intentando ser lo más independientes posibles.
D – ¿Cuántas personas habéis trabajado en el rodaje?
J.L. – Fuimos seis personas, director, director de fotografía y cámara, director de producción, sonidista y ayudante de sonido. A veces se buscaba a alguien más si había necesidad. Sin embargo, cuando grabamos la parte del partido de fútbol formamos dos equipos de trabajo.
D – ¿Cómo conseguisteis tantas entrevistas? ¿Fue sencillo u os pusieron trabas?
J.L. – Nos facilitó que Ramón Ramos y Alfredo Relaño nos ayudasen con los contactos. Además, yo soy amigo de Javier Rufete y él conoce a periodistas como Manolo Lama. Pero sí hemos encontrado alguna que otra negativa y con otros ha sido imposible contactar, como con José María García u otras personas relacionadas con Canal+. No sabemos si ellos llegaron a saber del proyecto. Tampoco pudimos conseguir la respuesta de una mujer. Creo que a Mónica Marchante, de Canal+, no llegaron a contárselo.
D – ¿Sufristeis algún tipo de censura respecto a las preguntas?
J.L. – Algunos medios nos pedían que explicásemos qué temas íbamos a tocar. Muchos de los periodistas entrevistados dan respuestas planas, no quieren mojarse y eso se ve bien reflejado en el documental.
D – ¿Contáis con el apoyo de los medios partícipes en el documental para vuestra promoción?
J.L. – No tenemos apoyo promocional de ellos. Alguno se puede sentir ofendido por la opinión de otro compañero. Pero esperamos que haya eco.
D – ¿En cuántas ciudades habéis grabado?
J.L. – En Barcelona, Madrid y Granada. El rodaje duró casi dos meses, pero hubo muchos parones. Grabamos en Madrid en enero y febrero, tres o cuatro meses después fuimos a Barcelona. Después volvimos a Madrid. Con el presupuesto que teníamos había que aprovechar bien las semanas de rodaje.
D – ¿A qué se debían estos parones?
J.L. – Eran o por trabajos personales o porque debíamos generar una nueva camada de gente que entrevistar. Cuando teníamos eso organizábamos la próxima tanda de rodaje. Granada sí estuvo fijado, por el partido entre el FC Granada y el FC Barcelona. Rafael Lamelas (IDEAL) nos dio acceso a todo. Él es para el documental lo que de verdad es el periodista para nosotros.
D – ¿Estás satisfecho con el resultado?
J.L. – Estoy contento, ha sido un trabajo muy serio. Para mí el éxito es que la idea y sensaciones que quiero transmitir lleguen a buen puerto.
D -¿Ha sido un trabajo remunerado para el equipo?
J.L. – Sí, todo el equipo ha cobrado. Nosotros como productora siempre hemos pagado. Cobra todo el mundo como cualquier profesional.
D – ¿Os habéis quedado con ganas de hablar de algo?
J.L. – Hay dos temas que nos gustaría tocar y también tienen salida a nivel de público. Por un lado la infancia relacionada con el fútbol y la propia relación que muchos padres tienen con los niños futbolistas. Se le hace daño a un niño cuando un padre quiere que su hijo con seis años sea Messi. Los niños soportan mucha presión innecesaria, un partido de ellos es peor que un Madrid – Barça. Los padres insultan al entrenador, al árbitro, etc. Es un tema muy potente.
D – ¿Por qué os habéis centrado en el fútbol como deporte?
J.L. – El fútbol es parte de la sociedad, es una cosa del individuo. Los clubes cambian hasta la idiosincrasia de una ciudad a la hora de construir. Toca cosas muy diferentes, no es el deporte en sí. En nuestro metraje hay cuatro minutos de deporte. Nos gustan otros deportes como el baloncesto, pero creemos que no habría mucha demanda.
D – ¿Qué ha sido lo más difícil en este proyecto?
J.L. – Lo más difícil ha sido el intentar mantener la coherencia en el discurso. Podríamos haber creado un batiburrillo sin ton ni son. Cuando haces una entrevista a veces la otra persona te gana y habla de todo menos de lo que tenía que hablar. Pero por mucho que nos doliera la cabeza, nos hemos mantenido en nuestro camino, aunque ha costado mucho. Las primeras tres o cuatro entrevistas las escribí con Ramón Ramos, él fue quien las llevó, pero yo siempre estaba pendiente. Ahí conseguimos el tono del documental. En ninguna entrevista nos han puesto faltas, pero si nos daban vueltas la cortábamos.
D – ¿Cuánto solían durar las entrevistas?
J.L. – Entre una hora y una hora y media. La más larga fue la de Filippo Ricci (Gazzetta dello Sport). Todo lo que nos dijo era muy interesante. Tuvimos que cortar partes. Él habla y se explica muy bien, puede llevar él solo un documental entero.
D – ¿Cuándo podrán ver los espectadores el documental?
J.L. – Se estrena el día 3 de julio en la sala Artistic Metropol de Madrid. Puede ser que haya más pases en otras ciudades y es posible que en septiembre se estrene en Granada. A partir del 8 de julio se podrá encontrar en VOD por cuatro meses, en la plataforma Filmin. Pasarán dos años hasta saber si ha sido rentable o no.
¿Conseguirá José Luis levantar de nuevo la polémica con su documental? ¿Habrán los periodistas marcado en propia esta vez? Desde luego este no es un documental que te deje indiferente, palabra, lo hemos visto. En Duas, confiamos en que José Luis y su equipo verán su gran esfuerzo gratamente recompensado y esperamos que los espectadores disfruten, aprendan y reflexionen sobre la prensa deportiva que invade nuestras vidas.