El caballero de Lope resucita en 2015

Sombras le avisaban
que no saliera al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.

Ha llegado el III Festival Experimental de Teatro Clásico a la escena madrileña. El Classic Off, celebrado desde el año 2013, se inauguraba el pasado lunes con Calderón Cadáver, bajo la dirección de Ernesto Arias, y culminará con El Aquiles, versión y dirección de Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño. Nave 73 es el espacio encargado de dar cabida a este certamen en el que el joven talento está presente a través de la interpretación de obras que suenan a clásico pero que son emplazadas en el panorama más contemporáneo. Lope, Calderón y otros autores del Siglo de Oro son convocados estos días en las artes escénicas de Madrid, acompañadas de unas actividades paralelas programadas para completar este evento teatral.

Programación del III Festival Experimental de Teatro Clásico en Nave 73

Otra de las obras que se representa dentro de la agenda de Nave 73 es El caballero de Olmedo, bajo la producción de Actually Theatre en colaboración con Valquiria Theatre y con la dirección de Juan Carlos Sanz, a partir del texto que Lope de Vega escribiera en el siglo XVII.

Rescatar un clásico en los escenarios actuales no es tarea fácil en un ambiente en el que los valores tradicionales del teatro se van perdiendo a favor de nuevos espacios, consumidores activos y sobre todo, interesados por la cultura que se destapa tras apagar las luces entre cuatro paredes. Pero Juan Carlos Sanz ha logrado una dirección impecable, enlazando la casi ausente escenografía con los movimientos seguros y nada casuales de los actores en escena.

Una Inés y un rebosante Don Alonso son los protagonistas de esta historia cuya poesía visual comienza desde el primer momento, con una luz estroboscópica y una música que nos sitúa muy lejos de la época de Lope pero muy cerca de su texto en cuanto las primeras palabras son dichas. Una exultante Lucía Esteso y un infalibe Luis Seguí forman la truncada pareja cuyos alientos parecen correr a la vez entre sus compañeros de fatigas, entre la violencia nocturna y la angustia diurna, en un espacio invisible para los espectadores pero tangible desde la imaginación.

Cada uno de los personajes tiene un hueco que sabe defender con astucia en el contexto histórico que tanto nos permite viajar y sobre el que las escenas son presentadas sin saturar, a través de un texto perfectamente exhibido con la palabra, el cuerpo y la firme convicción de lucir capa y espada en la recóndita ciudad en la que jugar a enamorarse desde las rejas de un balcón.

Lo más llamativo es sin duda la gama cromática que absorbe el escenario y que saborean los actores a los que iremos conociendo desde una oscuridad consciente. La negrura presentada se confunde con las travesuras, con los engaños y con el palpitante amor que supieron guardar las rescatadas palabras de Lope. Todo en el escenario es una excusa magistral para saber llenar el vacío al que nos hace enfrentarnos el teatro contemporáneo; las voces, el canto, el vestuario, la lucha y la entrega de los actores son la vivencia más pura y directa de que El caballero de Olmedo aún está presente en un legado que nunca viene mal recuperar si se hace con razón y con sentimiento.

Amanda H C

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Un comentario el “El caballero de Lope resucita en 2015”

olgabaudiliaperalta
julio 23, 2015

Considero que es todo un acierto del teatro, de presentar a los clásicos en escenarios actuales. felicitaciones .

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