¿Cómo no maravillarse ante las meticulosas composiciones de Şakir Gökçebağ? Yo, que tengo problemas hasta para cortar un sándwich en dos mitades iguales… Lo cierto es que las creaciones de este artista turco sorprenden por su sencilla y proporcional armonía.
Afincado en Hamburgo (Alemania), Şakir Gökçebağ (Senizli,1965) crea geométricas composiciones a partir de elementos cotidianos. Sus fotografías e instalaciones podrían definirse como extra-ordinarias. Extra apelando a su carácter fuera de lo normal, y ordinarias por su reinterpretación de objetos comunes.
En sus series Cuttemporany Art crea formas geométricas perfectas a partir de elementos vegetales, como frutas y verduras. Gökçebağ, con la precisión de un cirujano, disecciona las piezas para después ordenarlas, con tal meticulosidad, que la simetría resultante parece fruto del retoque digital.
En sus instalaciones va más allá de la exquisita ordenación geométrica. En ellas toma todo tipo de objetos cotidianos (zapatos, cestas de mimbre, paraguas o rosarios) reinventándolos en un ingenioso baile de figuras e ideas. Un juego visual de conceptos apreciable en Perfektionist donde recrea la figura perfecta, el equilibrio, mediante niveles.
En estas creaciones experimentales Gökçebağ redescubre elementos de su entorno próximo liberándolos de la cotidianidad. Apelando al encanto de las formas y los materiales, este artistas conjuga lineas,colores y texturas gestando poemas visuales que hacen olvidar al espectador la función original de los objetos. En Trans-Layers, por ejemplo, utiliza rollos de papel higiénico para crear sinuosos cortinajes en los que las tiras, habitualmente destinadas a un uso innoble, surcan ahora el espacio como las más dignas y elegantes.
La idea que subyace a estas creaciones es la de demostrar que para crear piezas dignas de exhibirse en un museo no son necesarios materiales exquisitos; el talento y la creatividad ennoblecen los objetos hasta elevarlos a la categoría artística. Aquí reside el secreto de las obras de Gökçebağ, que ya han maravillado a muchos en numerosas exposiciones. Estas composiciones majestuosas nos revelan el potencial mágico que esconden los objetos cotidiano. Él remira y repiensa los objetos, dejando fluir sus posibilidades, y tornando lo ordinario en excepcional.