Ben Lamberty: El arte de la fotografía publicitaria

Ben Lamberty

Que el mundo de la fotografía y la publicidad van en ocasiones de la mano con el ámbito artístico, es algo que estamos viendo en los últimos años con resultados más o menos favorables. De hecho, son muchos los artistas que compaginan su carrera como fotógrafos, con el mundo publicitario logrando resultados de gran calidad, como podemos ver en la obra de artistas como Julia Fullerton-Batten, Miss Aniela etc.

Ben Lamberty

Y es que, a veces, entre tanta beldad andrógina, caras lánguidas, y mujeres y hombres desgarbados que tratan de imponer una belleza que dista mucho de la realidad, encontramos trabajos que marcan la diferencia. Este es el caso del fotógrafo alemán Ben Lamberty, cuya calidad en su carrera publicitaria es innegable, trabajando para firmas tales como Hugo Boss, Axe o revistas como Zeit Magazine ha logrado hacer de este género una expresión en sí mismo. Es precisamente para esta última, para la que ha presentado una serie llamada “Mit Allen Stürmen”, con la que consigue hermanar de nuevo esos dos ámbitos del arte y la publicidad, pues a pesar de tratarse de un proyecto artístico son muchos los aspectos publicitarios que respiran sus fotografías, el tratamiento de la luz, los encuadres etc. son herencia de su experiencia en este ámbito.

Ben Lamberty, serie «Mit Allen Stürmen». en Zeit Magazine.

“Mit Allen Stürmen” fue publicada por la revista Zeit Magazine y en ella nos muestra una forma de expresión tan sencilla y universal como el beso, un aspecto que ha sido recreado por el arte en cuantiosas ocasiones, de maneras muy diferentes y soportes muy variados; Rodin, Fragonard y más recientemente el también fotógrafo Ignacio Lemann, han convertido a este sencillo gesto en el protagonista de su obra, regalándonos de este modo, auténticas joyas que ya forman parte de nuestra historia.

Ben Lamberty, serie «Mit Allen Stürmen». en Zeit Magazine.

Ben Lamberty, en su serie, nos muestra como un simple beso puede tener un significado tan potente, y como da igual la edad, el sexo o la raza, porque lo importante, como en todo, es lo que encierra tras de sí.