Lo reconozco. No sabía cómo empezar esta sección. Le he dado vueltas durante días. ¿Una crítica?, ¿una película super indie que nadie conozca pero que consiga que todos veáis?, ¿mi película favorita?, ¿cine español? Y entonces dije “me voy al cine a buscar inspiración” y mirando la cartelera, encontré el tema con el que empezar a escribir.
¿Os habéis dado cuenta de que actualmente en la cartelera (madrileña) hay dos películas que tratan el tema del cáncer de la misma manera? Chica adolescente tiene un cáncer super terminal y justo encuentra al amor de su vida, sin olvidarnos de lo bien que le queda el pelo corto (¿peluca o natural?) y de lo alto y atractivo que es su novio. Los dos extraordinarios. Ella extraordinaria. Él un poco más ordinario.
¡Qué bruta soy! Perdón. Dónde han quedado mis modales. Las presentaciones primero. Las dos películas de las que hablo son Bajo la misma estrella (The fault in our stars) y Ahora y siempre (Now is good), ambas basadas en novelas. Estrenadas en España con una semana de diferencia ofrecen un burdo intento de intentar llegarnos al corazón. Y no hablo de mostrar una imagen enfermiza y agonizante de un ser humano sino que quiero resaltar la absurda fatalidad con la que nos acercan el carpe diem de la sociedad más actual.
Una chica, un cáncer y un salvador. ¿Os suena? No es de extrañar que las coetáneas en edad a las dos protagonistas de las películas son las que vayan al cine a contemplarse y a desear tener un cáncer para encontrar al amor de su vida o resalten la exquisitez de las obras aclamándolas con sintagmas tan conmovedores como “Preciosa”, “Maravillosamente bonita” o “Real como la vida misma”, como si estuvieran construyendo logos lingüísticos que firman periódicos como El mundo o El País y a los que a veces damos más importancia que a una buena crítica estructurada de Carlos Boyero.
¿Queréis saber qué película acabé viendo? Amanece en Edimburgo (Sunshine on Leith) porque al menos, salí cantando y no llorando de pena del cine. Pero de refilón también me pareció ver entre tantos títulos Perdona si te llamo amor, que quizás cuando tenga ganas, se merezca una maravillosa, extraordinaria y bonita entrada en esta página porque aunque la chica no esté enferma, su historia parece igual de ñoña… o más.