Paolo Troilo

Paolo Troilo nació en Taranto en 1972 y ha sido galardonado con numerosos premios tanto nacionales e internacionales, su participación en la Biennale de Venecia en el año 2012, le ha servido para impulsar su carrera y consolidarse como uno de los mejores pintores italianos contemporáneos.

Este artista comenzó a pintar en el año 2003. Una de sus particularidades, y lo que le hace ser un artista único es que pinta directamente con sus dedos, convirtiendo así el cuadro en una extensión de sí mismo.

Esta técnica viene marcada por una anécdota que el propio artista cuenta cuando le preguntan sobre su forma de pintar, “la historia es bien sencilla, cuando fui a comprar todas las herramientas, me olvidé de comprar los pinceles así que decidí empezar a pintar con mis dedos”.

Sus cuadros son autorretratos que no tratan de representar sólo al pintor, sino al ser humano en general. Sus miedos, pensamientos y emociones se manifiestan a través de posturas forzadas, figuras muy corpóreas casi escultóricas, que nos llevan a pensar en aquellos artistas renacentistas italianos como Miguel Ángel y su Capilla Sixtina. En cuanto a los rostros, son altamente expresivos, gestos de angustia, de dolor, ahogando un grito etc, que en ocasiones, nos pueden recordar a los cuadros pintados por Bacon. Estas torsiones y expresiones simbolizan la lucha del ser humano a lo largo de su existencia contra todo aquello que teme o que siente.

Paolo Troilo es capaz de producir obras con su propio cuerpo, sin necesidad de ninguna herramienta que interfiera entre el artista y el lienzo. “Pinto mi cuerpo con mi cuerpo, me pinto a mí mismo conmigo mismo”. No obstante, combina esta técnica con el estarcido, que incorpora al finalizar sus obras.

Solo utiliza el blanco y el negro, porque considera que no precisa de ningún otro color y además de esta manera puede hacer un uso mayor del juego de luces y sombras, lo cual otorga una mayor expresividad a su producción artística.