El pasado sábado 2 de noviembre, Nave 73 acogía la presentación de la nueva obra de la TEATRO a7 que lleva por título ‘El silencio de las murciélagas’. La ficción de esta propuesta se centra en el diálogo entre la autora francesa Anaïs Allais y una artista siria huida de la represión de la Primavera Árabe. Su encuentro es el de dos mujeres, el de dos historias que encuentran un nexo en común y el de dos mundos entrecruzados en una realidad que nos toca más de cerca de lo que imaginamos. Un refugio al que asomarse para respirar y tomar perspectiva, detenerse y volver a orientarse.
Entre aquí y allí, entre occidente y oriente, dos jóvenes protagonistas, interpretadas por Rachel Mastin y Marta Reig, sensibles y guerreras ante los conflictos que representan, exponen las heridas de guerra que cada una lleva consigo. A partir de una ciudad imaginada a modo de concierto (espacio sonoro lleno de violencia y hostilidad) y transformada en pequeños sueños gravitatorios, el texto de Anaïs Allais da la oportunidad de poner sobre el escenario una mezcla personal y colectiva de daños colaterales, dolores físicos y emocionales y atisbos de futuro adivinados en la maternidad. Las confidencias de estas dos mujeres se convierten en pura poesía y realidad a la vez. El público lo sabe y acompaña con más ímpetu a estas dos murciélagas en periodo de gestación.
En escena, también se encuentran Borja Ibañez, Airel Muñoz y Alejandro Pollán Pérez, completando el circuito de una historia compleja por la cantidad de capas y observaciones sociales e históricas que invita a dPescubrir y por el ejercicio artístico que realizan los actores a la par. La música, con la que tan bien se relaciona esta compañía y con la que tanto hacen disfrutar, vuelve a ser un elemento central que adquiere protagonismo. Los idiomas se entrecruzan en paralelo a los deseos de los personajes, las notas van a la par de los sentimientos y, aunque a esta puesta en escena aún le queda un camino por recorrer y afianzarse para poder brillar más, Mastin, encargada de la traducción y la dirección, se vuelve a ganar una aplaudida felicitación.
‘El silencio de las murciélagas’ también es la suma de los viajes a los diferentes recuerdos de cada personaje. Y, claramente, su riqueza está en el modo de reflexionar sobre sus respectivos paraderos, en relación a sus puntos de orígenes – Occidente y Oriente – y al poder de tener un papel que traspase espacios fronterizos. Maya y Nur comulgan con la idea de la identidad, generacional y feminista, de poder hacer allí desde aquí y desde el presente hacia lo que dejará cada una en herencia.
TEATRO a7 es una compañía teatral fundada en 2016 por una actriz y seis actores jóvenes formados en el Laboratorio Teatral William Layton de Madrid. El grupo nació por la necesidad de experimentar el teatro desde su realidad como grupo e individuos del mismo. Su propósito era tener un espacio creativo y libre en el que poder llevar a escena propuestas que nos hablen del hoy a través de una mirada joven, crítica y constructiva, entendiendo el teatro como medio para transformar la sociedad.
Después de ‘El agua que se va’, ‘Leonor’ y ‘Miranda o el fin de la vida’, la cuarta producción de esta compañía expone el texto de la dramaturga y directora francesa Anaïs Allais para hablar del dolor, del amor y de la guerra en un momento convulsionado por los desencuentros sociales y políticos que no siempre están a extramuros de nuestro punto de gravedad.
Maya, una joven europea, acaba de dejar una historia de amor y vive en una situación precaria. Nur, una joven refugiada, acaba de dejar su país, huyendo de la guerra. Ambas están embarazadas y viven juntas en un pequeño apartamento dentro de una gran ciudad europea.
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