El próximo 4 de octubre llega a Teatros del Canal la obra 7 años, basada en la película original de Netflix de 2016 y trasladada ahora al escenario en versión y dirección de Daniel Veronese. La corrupción es puesta sobre la mesa de una manera cercana y amistosa, pero sólo es la punta del iceberg que se mueve entre los personajes en diagonal pero les acaba atravesando a todos. Las ventajas empresariales y familiares son discutidas, manipuladas y retorcidas hasta la decisión final que tanto se persigue; decidir quién salvará a los demás condenándose y confesando una estafa planeada en grupo y ejecutada en solitario.
Carmen Ruiz, Eloy Azorín, Juan Carlos Vellido y Daniel Pérez Prada y, entre todos ellos, el imprescindible Miguel Rellán son el reparto mayúsculo que juega en un tablero moderno, equipado para mostrar un trabajo tan potente y esquemático en debilidades y grandezas humanas que hace temblar el intelecto más contemporáneo. Ser culpable no es lo mismo que sentirse culpable y esta diferencia ronda firmemente en la noria de preguntas y problemas que van saltando sobre la mesa.
Veronese ha sido capaz de encerrar en cuatro paredes la esencia que en su día se podía ver en las pantallas y trasladarla, a través de cuatro ejes y un quinto elemento mediador, a partir de la idea original de José Cabeza. En este sentido, no todo se reduce a la lógica del desvío de dinero y esa es la principal baza de esta pieza; cuando el público ha entrada como peón al juego se convierte en testigo de todo un compendio popular de lo que significa la amistad en cifras, documentos, facturas y milagros tecnológicos.
Por ello, esta obra se desarrolla en un contexto actual y social en el que caben todas las verdades más abismales, dolorosas y satisfactorias, provocadas y obligadas por las mismas víctimas confesas pero no condenadas. Las mismas que hicieran un máster pero no quieren ver rodar su cabeza, aquellas que amasaron fortunas ilegales y aún quieren más, aquellas que criticaron el poder y se acomodaron en la mejor silla en la primera oportunidad. Todas estas y más pueden ser reconocidas aquí desde la parcela más personal, desde aquel territorio íntimo que nos falta por convocar. Pero nuestra pregunta no es la suya; el público no quiere un culpable sino una salida. Por eso, 7 años se disfruta el doble; por la parte que nos engatusa con la comicidad y el melodrama que traen estas cinco fieras en escena y por otra parte más política, económica y social sin que haya un ápice de desajuste o terreno inapropiado sobre el que jugar. Donde antes había campo, ahora hay empresas; donde antes había amigos, ahora hay adversarios. Y cuidado, que a todos nos puede pasar.
7 años es una producción de VerTeatro, S.L. y Producciones Teatrales Contemporáneas y cuenta también con el trabajo de Juan Gómez Cornejo en iluminación, Mónica Boromello en escenografía y vestuario, Olvido Orovio y Carlos Larrañaga en la producción ejecutiva y con Maite Pérez Astorga como ayudante de dirección.
Tres hombres y una mujer se reúnen en el loft que ocupan sus oficinas en el centro de Madrid, fuera de su horario laboral. No es un encuentro festivo y, aunque los cuatro son socios desde hace años, tampoco es un encuentro amistoso. Sus peores temores se han cumplido, el fisco les ha pillado y es cuestión de horas que la policía entre en la empresa a detenerlos. Junto a ellos en la reunión se encuentra un mediador… ¿Por qué? ¿Qué hacer? ¿Quién asume la culpa? ¿Cuál es el precio de pasar casi una década entre rejas?
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