Moscú (3442km) vuelve a los escenarios. Se representará los viernes de febrero y marzo a las 20h en Nave 73.
Pocas veces en un teatro, la persona encargada de repartir las entradas se dirige al público con tanta claridad: “Hola, soy la taquillera. Tranquilas, estáis en buenas manos. Bienvenidas y gracias por venir”. Así nos recibió el pasado viernes El Umbral de Primavera, sala en la que se representa Moscú (3442km), una obra en la que el intento de realizar el viaje de la felicidad del que tanto nos han hablado nos hace preguntarnos en qué punto del trayecto estamos cada uno.
A partir del texto Las tres hermanas de Antón Chéjov se construye esta pieza, desde un “aquí no pasa nada que esconde tantas cosas, con la incapacidad de sus personajes de salir de las rutinas en las que viven y luchar por su felicidad”. Habiendo borrado las fronteras entre personajes y actrices, Moscú juega con la inquietud del deseo que va más allá del manual ideal de felicidad. Moscú puede ser una maleta, una tardanza necesaria, un deseo o una escapatoria, y entre todas las opciones, una oportunidad a la que queramos agarrarnos o no.
La dramaturgia y la dirección de Patricia Benedicto dan en el punto clave para destacar nuestras prisas, nuestros miedos y nuestras esperas. En conjunto, son todas las excusas de la vida actual, que recorren nuestra piel y que atemorizan tanto nuestra razón. Dividida en cuatro actos y un epílogo, las palabras de Chéjov se delatan con las actrices Elena Corral, Laura Lorenzo y la misma directora en escena, mientras que la historia se va trazando en los personajes que tan grata y sorprendentemente son capaces de recrear.
La compañía de teatro La trapecista autómata es la encargada de presentar esta obra, con el objetivo de fusionar diferentes disciplinas escénicas y hacia una “búsqueda de experiencia escénica frente a la idea de representación y disolución de la frontera personaje/actor a favor del concepto de performer (ejecutante)”.
Esta obra forma parte del I Ciclo de Directoras Creadoras de Escena, promovido por Lavapiés Barrio de Teatros para el mes de noviembre, en el que se acogen diferentes proyectos escénicos de teatro, danza y performance creados por mujeres, con el objetivo de promocionar la creación artística de las mujeres que trabajan en la investigación y experimentación escénica, la creación literaria y el pensamiento contemporáneo.
Moscú (3.442km) habla sobre el lugar que imaginamos pero donde nunca estamos. Irina, Masha y Olga sueñan con dejarlo todo y marcharse a Moscú, pero siempre encuentran algo que hacer: trabajar, preparar la comida, ir al súper, pagar facturas, fingir que quieren a alguien (incluso quererlo de verdad)… se entretienen preguntándose qué significa vivir mientras se olvidan de hacerlo. Como hacemos todos. Pero, ¿existe realmente Moscú? En mitad de este paisaje desolado que es nuestro país, en mitad de esta sociedad descreída y machacada, ¿nos podemos permitir pensar en la posibilidad de un futuro mejor? En esta obra nos preguntamos, no solo si es posible llegar a Moscú, también si existe la posibilidad de Moscú, si vale la pena caminar o es mejor quedarse quietos y ver pasar la vida. ¿Qué hacemos? ¿Caminamos?
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¿Moscú? Que difícil, definir en estos momentos nuestras vidas.
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