El otoño ha comenzado con múltiples novedades en el mundo de la cultura. Quisiera destacar la inauguración de Tabakalera, en San Sebastián, un nuevo ejemplo de edificio industrial que, tras años en desuso, reabre sus puertas con una nueva finalidad, ser Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Cuando fue inaugurado en 1913 se habló de que presentaba un aspecto externo tan soberbio que parecía más propio de un museo que de una fábrica de tabacos y, paradojas de la vida, esto es lo que acaba siendo ya que desde 2007 actúa como sede de exposiciones temporales de Arte Contemporáneo.
Hace unas semanas tuve la ocasión de poder recorrer sus 37.000 m², repartidos en seis plantas, y disfrutar de sus amplios espacios, algo casi impensable en plena urbe donostiarra. Es una experiencia muy recomendable, al igual que subir al mirador y, desde allí, contemplar la ciudad en continuo cambio.
Tal y como expuso Ane Rodríguez, directora cultural de Tabakalera, pocos días antes de la inauguración, se pretende mostrar una programación crítica y abierta al debate. La agenda cultural que se quiere ofrecer bebe de ejemplos tan importantes como son el Centro de Arte de Dos de Mayo de Móstoles, el Palais de Tokio de París o The Showroom de Londres. Será una institución donde tendrá cabida un amplio abanico de propuestas culturales. Por señalar una de ellas, se albergará la Filmoteca Vasca que, tras casi cuarenta años en una situación un tanto precaria, finalmente podrá ofrecer unos mejores servicios.
Los artífices de la remodelación han sido los arquitectos Jon y Naiara Montero quienes están satisfechos por el trabajo realizado. Durante el proceso de transformación quisieron preservar las señas de identidad del edificio tales como el acceso por la fachada que la comunica con el pasadizo y con el prisma de cristal que corona la cubierta. El equipo de arquitectos hace un especial hincapié en lo importante que ha sido para ellos conseguir integrar el edificio en el suelo público. También señalan que han quedado algunas obras pendientes de realizar, como por ejemplo la apertura de un tercer acceso al edificio situado a nivel de la segunda planta, y afirman que desean que éstas se lleven a cabo.
Esta obra abierta al mundo anuncia un futuro prometedor dónde muchos amantes del arte depositamos nuestras esperanzas de que se cumplan todas las expectativas.
Tabakalera es un centro de cultura contemporánea con una doble vocación, ser un centro de producción, y ofrecer una programación pública de actividades. Estos dos ejes atraviesan todas las áreas del proyecto que se rigen por la creación, la formación a partir de la reflexión, y la exhibición. Además de servir como lugar de apoyo a la profesionalización de artistas y creadores, también genera programación para diferentes públicos y pone a disposición del público general herramientas de acercamiento y acceso a la cultura contemporánea y a la creación.
El proyecto cultural de Tabakalera tiene como objetivo principal promover la creación cultural contemporánea en diferentes ámbitos y en todas sus fases (investigación, producción, exhibición) así como generar y compartir conocimiento. Con este objetivo, gira en torno a cuatro ejes de trabajo que configuran su programa: prácticas artísticas contemporáneas, mediación, laboratorios de cultura digital – Hirikilabs – y la biblioteca de creación -Ubik -.