Aunque para muchas personas los libros viejos no son más que pequeñas reliquias apiladas sobre las estanterías, para el artista Loui Jover, son el inicio de su gran obra, y digo gran, porque a pesar de tener un soporte tan sencillo como hojas amarilleadas por el paso del tiempo que obtiene de libros antiguos, son piezas que rezuman creatividad y maestría en el trazo.
Sus personajes nos trasladan al mundo de los sentimientos, su alegría, sus miedos, su tristeza, nos llega de una manera clara; tanto es así, que logramos empatizar con ellas sumergiéndonos en su mundo y haciéndonos partícipes del mismo.
El hecho de que la gran mayoría de sus personajes sean mujeres, se debe a que como el mismo dice, le gustan más ellas que ellos y sólo el universo femenino tiene a su entender la profundidad emocional que requiere su obra. “Me gustan más las mujeres que los hombres. Creo que son una compañía más agradable para compartir el tiempo con ellas, son mucho más inteligentes e incluso aventureras que los hombres. Ellos se han entregado a una rama cruda a lo largo de la historia y se han convertido en algo poco natural, (…) Me gusta la forma en que la mujer expresa sus emociones abiertamente, mucho más sensual y natural.”
Estas emociones afloran de sus dibujos por medio de los ojos, que son uno de los elementos más característicos de sus piezas. A veces plagados de lágrimas, cerrados, o con largas pestañas; parecen decirnos lo que esconden, nos invitan a leer dentro de ellos para averiguar la belleza interior de sus personajes, y en cierto modo, compartir con ellos su dicha o su desgracia. Son los protagonistas de una historia que nada tiene que ver con la que nos cuentan las páginas que conforman el lienzo sobre el que trabaja el artista. Esta aparente sintonía entre palabras y dibujo es explicada por el artista como un producto del azar y de la subjetividad del individuo. “El texto de las páginas, no tienen ninguna relevancia global con la imagen. Suceden felices accidentes y una asociación que a veces parece crearse a sí misma. Pero otras veces las palabras de fondo son meramente un aspecto estético. Esto se puede ver porque en ocasiones el texto aparece de lado, o incluso boca abajo, con lo que la gente puede hacer su propia asociación”.
Todas ellas, historias en blanco y negro; no obstante, podemos encontrar algunas escenas en color o detalles coloristas, así como gotas de tinta que aparentemente anárquicas, dotan a la obra de Jover de la sutiliza, fragilidad y elegancia que la caracterizan.