Calle Serrano, 61. Centro comercial ABC Serrano de Madrid. Estas son las coordenadas de uno de los espacios más dulces de la capital que cuenta con palmeras de algodón de azúcar, un laboratorio de helados, un bosque de caramelos y ositos y hasta una cascada de chupachups. Sweet Space tiene todo esto y mucho más. Es el paraíso para las personas más golosas y también para las que busquen una ocasión más que instagrameable. Pero, además, ofrece un recorrido con mucho arte, con salas en las que podemos encontrar nombres propios como Agatha Ruiz de la Prada u Okuda San Miguel.
Sin edad específica para recibir a visitantes y configurado como un espacio al que viajar gracias a un equipo de creativos, diseñadores y soñadores, Sweet Space regala al público degustaciones originales llenas de color, cultura y energía. Y para conocerlo más en profundidad, charlamos con su fundadora y CEO Alexandra Uzcategui.
¿Cómo empezó este proyecto?
Siempre he estado enamorada del arte y de las experiencias y quienes me conocen saben que mi lugar favorito es Disney y que llevo a mi niña interior en la manga de mis manos. Soy diseñadora y paso mucho tiempo estudiando tendencias. Sweet Space nace de la creencia de que el mundo necesita más color e imaginación que nunca. Hicimos un estudio de mercado y, viendo que el mundo estaba interesado en el consumo a través de experiencias, decidimos hacer un museo enfocado para toda la familia. Como madre, comprendo la importancia de brindar a los niños la oportunidad de experimentar y conectarse con el arte que no solo fomenta la creatividad y la autoexpresión, sino que también contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas y sociales.
Creatividad, arte, experimentación… Sweet Space es un pequeño universo en el que confluyen muchos artistas, ¿cómo ha sido juntar todo esto y llevarlo de la imaginación a la realidad?
La colaboración con diversos artistas fue fundamental y cada artista aportó a su estilo en la creación de diferentes salas. Esta combinación de talentos transformó la imaginación en realidad, ofreciendo un espacio donde convergen diferentes estilos artísticos para crear un universo único de chuches y del espacio exterior. Ahora, este universo Sweet Space también está compuesto tanto por AstroHub, nuestro espacio para talleres y eventos, como por Sweet Bites, una cafetería chic con deliciosas propuestas.
Instalaciones interactivas, dulces que se pueden probar… ¿Se acabó eso de “es que ir a un museo es aburrido”?
¡No diría que los museos son aburridos! De hecho, de donde sale más inspiración es visitando museos tradicionales, con las personas que buscan más interacción con el arte y maneras de sumergirse en nuevos mundos. Con instalaciones interactivas, una fusión de arte y dulces, la experiencia se vuelve estimulante y emocionante para los visitantes de todas las edades, rompiendo con la idea tradicional de que los museos son lugares estáticos. Nos gusta la idea de que somos la primera interacción que tiene el niño con el arte.
¿Todas las edades son bienvenidas a Sweet Space?, ¿cómo crees que les sorprenderá a los mayores y a los pequeños de la casa?
Absolutamente, todas las edades son bienvenidas en Sweet Space. Tanto mayores como niños se sorprenderán con la fusión de sabores y experiencias interactivas. Los mayores se transportarán a su infancia mientras los niños vivirán un mundo lleno de sorpresas sensoriales y artísticas.
En un momento en el que están en auge las experiencias inmersivas, ¿qué valor diferencial aporta Sweet Space?
Sweet Space ofrece una experiencia multisensorial donde el arte se combina con la interactividad, los dulces y las nuevas tecnologías. La posibilidad de experimentar con los sentidos, degustar chuches y sumergirse en mundos creativos hacen que Sweet Space destaque como una experiencia inmersiva y única.
¿Con que sensaciones o recuerdos te gustaría que saliera la gente, sobre todos niñas y niños, de Sweet Space?
Me encantaría que tanto niños como adultos salieran de Sweet Space más conectados y con mucha ilusión, alegría y creatividad renovada. Que se lleven recuerdos de un lugar donde la imaginación no tiene límites y donde pudieron experimentar, jugar y disfrutar de un mundo lleno de colores, sabores y emociones.
¿Cómo animarías a alguien que no ha ido aún a conocer este espacio?
Resaltaría la experiencia única que ofrece para conectar con el arte y con tus seres queridos al compartir recuerdos. Además, ofrece la oportunidad de sumergirse en un universo interactivo y de chuches, donde podrán explorar, jugar y despertar su creatividad de una manera emocionante y diferente a la de un museo tradicional.
Ahora que Sweet Space lleva unos años funcionando, si echas la vista atrás, ¿cómo ves el camino, con qué te quedas de este proyecto?
Me quedaría con las diferentes ofertas y el impacto positivo que ha tenido en las personas. Ver cómo hemos logrado inspirar a niños, adultos y familias enteras, ofreciendo una experiencia única y educativa en el mundo del arte y la creatividad. Esto es algo que me llena de orgullo y satisfacción.
¿Has hecho realidad el espacio que desearías haber visitado siendo niña?
Durante mi infancia, siempre estuve muy expuesta al arte, ya que mi familia es muy creativa, y recuerdo de pequeña ir a casa de mi tía artista y que nos dejara entrar a su taller a experimentar con pinturas, arcillas y distintos materiales. Por ende, puedo decir con certeza que Sweet Space refleja el espacio que hubiera deseado visitar siendo niña y que siempre imaginé en mis sueños.
Cuestionario rápido final:
Un lugar al que te gustaría viajar: Japón.
Tu golosina / chuchería favorita: la guindilla picante de Sweet Space.
Un recuerdo dulce que no te gustaría olvidar: ¡El día de la apertura de Sweet Space! Fueron muchas emociones al ver que después de una pandemia hiciéramos sold out en menos de 24h.
Un deseo que te gustaría cumplir: La apertura de nuestro segundo espacio.
Un artista a quien te gustaría conocer: Yayoi Kusama, quien formó parte del movimiento del arte pop y del arte feminista. Una de las salas que diseñé para Sweet Space está inspirada precisamente en el espacio y los colores hacen alusión al dulce.