LA CASA DEL ÁRBOL

La señal de la Navidad en Madrid la comienza el Circo Price cuando, cada año, inaugura su gran espectáculo circense para dar la bienvenida a la recta final del año. La casa del árbol es la propuesta de esta temporada en la que dos amigos se reencuentra en su lugar de la infancia y recorren el mundo con mágicas tradiciones con las finalizar y comenzar otro año.

El circo vuelve a ser protagonista esta Navidad desde el pasado 24 de noviembre y hasta el 6 de enero de 2024. En esta ocasión, la idea y la dirección ha corrido a cargo de Emiliano Sánchez Alessi y cuenta con más de 20 artistas de España, Etiopía, Chile, Francia y Argentina, entre otros, resaltando las acrobacias, el equilibrio y la comunidad de profesionales sobre el escenario: Compañía Entre Nous (mástil chino), The Shester’s (lanzamiento de cuchillos, circo freak y otros), Diana Páez, Andriana Paraskeva y Martina Covone (trío de cuerda lisa), Luis Toto Niño (malabares, mazas y pelotas), Andreu Casadellá (trapecio Washington), Circus Sheger Contortion Queen’s (cortorsión) y Nicolás Palma (straps). “Esta propuesta de espectáculo de Navidad me llena de felicidad y me confirma que lo más valioso que tenemos, sobre todo en estos tiempos tan revueltos, es lo nuestro. Nuestro hogar, nuestra familia, nuestras amistades y nuestras tradiciones”, señala Sánchez Alessi.

Un árbol gigante y mágico es el encargado de dar la bienvenida al público y de acoger los recuerdos de este par de amigos que recorren pintorescos rincones para contarnos cómo son sus costumbres más allá de nuestras fronteras durante la Navidad. Así, como maestra y maestro de ceremonias e hilo conductor de la pieza, Sarah Anglada y José Luis Redondo componen un divertido y tierno encuentro en el que el valor de la amistad ha sobrevivido a todo.

Además, participan más de 40 profesionales de distintas disciplinas que responderán a preguntas como: ¿Cómo saludan al año nuevo en Japón? ¿Por qué en España tomamos doce uvas? ¿Para qué sirve una maleta en México el 31 de diciembre? “Emiliano me contó hace años esta idea y por fin ha llegado el momento de verla en la pista. Con mucho circo, por supuesto, y con un equipo de producción, de diseñadores y artistas que ha dado lo mejor para transmitirnos esta pasión de coleccionista de rituales”, según palabras de María Folguera, directora artística del Teatro Circo Price, “porque los rituales nos permiten hacer una señal por si nos perdemos; marcar, por ejemplo, un árbol, para seguir jugando allí y preservar lo más importante: la imaginación”.

En esta ocasión, el recorrido de escenas se extiende desde números clásicos (la contorsión o las correas aéreas) hasta uno indiscutiblemente favorito para mí este año; el Trapecio Washington. Y se ha recuperado un número que sigue encogiendo la respiración como es el lanzamiento de cuchillos, que hacía bastante tiempo no veía en cartel.

La música también regresa para ser protagonista y contribuir a la estética y a la armonía de la pieza, a cargo de Pablo Martín Jones, Guillem Aguilar y Xavi Loz. Todo ello con escenografía y vestuario de Nuria Manzano e iluminación de Juanjo Beloqui que enlazan un conjunto visual atractivo y acogedor.

La ya cita clásica de la Navidad en Madrid vuelve a sorprender con sus peripecias, incluso con su cartel de presentación, una creación de la artista Coté Velázquez quien, con el trabajo en modelado de las figuras infantiles que aparecen en él, ha creado una obra personal y multidisciplinar a través de la fotografía, la escultura y el retoque digital.

Este año, la pista del Price se convierte en un árbol gigante en el que Sarah y Jose invitan a sus amigos imaginarios para que les enseñen cómo se vive la Navidad en sus países. Vamos a sorprendernos descubriendo las muchas maneras en que se despide un año y se da la bienvenida a otro. De Japón a México, de Sudáfrica a Madrid, Sarah y Jose vivirán la celebración de la vida que recorre el planeta… sin salir de la casa del árbol.

Amanda H C

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