El pasado 30 de noviembre se clausuró la XXIX edición del festival internacional, que apostó este año por una interconexión de culturas procedentes desde Marruecos y Francia hasta Canadá o el Principado de Mónaco, además de la presente y siempre impecable actuación de la cultura flamenca, que en esta edición vino de la mano de compañías como la de Manuel Liñán o Rocío Molina.
Realizada en la Comunidad de Madrid, el festival fue escenario de un diálogo entre las propuestas artísticas más innovadoras del panorama contemporáneo, pasando por la danza experimental, el ballet o el flamenco.
Sin duda una de las dos grandes e innovadoras propuestas fue la acogida de HAABLK! de nacionalidad marroquí, en la que se conjugan las identidades española y magrebí desde una puesta en escena que va desde la danza con lenguaje propio y la poesía; junto con la francesa Elephant in The Black Box y su obra Las 4 estaciones de Victoria, en la que se nos habla de un viaje hacia el interior del recuerdo y del amor desde el texto Locura de Evan Lovewood y el sello de EBB más personal: la elegancia y precisión corporal.
En cuanto a la contemporaneidad de la escena española, hablamos de Daniel Doña, con un espectáculo titulado Black Box, donde las luces, sombras y los silencios se conjugan para devenir en una nueva danza española; o la propuesta de Fabian Thomé Entre sombras donde se inspira en el cuerpo para hacer una reflexión sobre la búsqueda incesante de nuestra propia luz en un mundo lleno de sombras: «A veces dudamos de quiénes somos, de las cosas que hacemos, de las decisiones que tomamos. Tal vez sería más sencillo entender que nada está completo, que no somos uno y que el equilibrio es inevitablemente inestable”.