Los Artistas del Barrio
El pasado fin de semana, 10 y 11 de mayo, se celebró en Lavapiés y La Latina (y en el Bruclin Madrid, cruzando el río) la 9ª edición de Los Artistas del Barrio, una iniciativa totalmente autofinanciada que pretende acercar al público a todo tipo de artistas, mostrando durante dos días sus casas, sus talleres, sus estudios, las asociaciones culturales, las plazas… es decir, los lugares de trabajo a los que en la mayoría de los casos no tenemos acceso durante el resto del año.
Local de Argentum
Nos hemos dado una vuelta por la zona y seleccionado algunas de las propuestas que más nos gustaron o que más nos llamaron la atención, de entre los aproximadamente 200 artistas que participaron. Esto es solo una pequeña referencia al proyecto, con algunos ejemplos de lo que hemos visto.
En cuanto a fotografía, nos gustaron mucho dos espacios totalmente diferentes; el primero fue el local Argentum, una asociación fotográfica caracterizada por la vuelta a lo analógico, que ofrecía hacer un retrato al más puro estilo de principios del siglo XX, y que además cuenta con una interesante oferta de cursos y talleres sobre fotografía analógica y revelado. El segundo espacio relacionado con la fotografía es la estupenda corrala típica madrileña en la que Ela R que R exponía su obra: fotografía de espacios urbanos con una gran fuerza expresiva, remarcada especialmente por el tratamiento de la luz. Además, la artista contaba con obra expuesta en uno de los puntos de encuentro de Los artistas del barrio: el bar La Noche Boca Arriba, y produce a través de su obra diferentes objetos como pendientes, broches, postales o pósters.
Ela R que R
Cambiando de disciplina, tenemos que citar al espacio Habitar la Línea, ya que nos ha parecido de lo más interesante y acogedor de todo el barrio (y el nivel está muy alto en Lavapiés). Habitar la línea es un espacio de arte emergente, un taller creativo, un aula de artes plásticas… Aquí tiene cabida todo lo que se nos ocurra en relación con el arte, y en este caso presentaban una exposición colectiva de todos los artistas de la galería, por lo que la variedad de técnicas estaba asegurada y convertía el pequeño local en una fábrica de experimentación de sensaciones. Además, ofertaban un entretenido y sencillo taller de creación de chapas, en el que tu misma hacías el diseño que más te gustase.
Habitar la Línea
En la Mínima pudimos disfrutar de la obra de Manu Ramírez Valle, que se adueñaba del espacio del bar con sus pinturas y pequeñas esculturas, muy expresivas, especialmente gracias al uso del color y de la forma.
Además, se llevaron a cabo diversos eventos al aire libre, como en la Plaza Huarte de San Juan, donde actuó el grupo de percusión Bloco Batucada Fortaleza, y The Feas Company con el espectáculo “Todoterapia”; en la Plaza del Cascorro, donde pudimos disfrutar del colectivo de música callejera Jingle Django; o en la Plaza de la Cebada, donde se reunieron la Plataforma de Artistas del Campo de Cebada
Esperamos que este tipo de iniciativas puedan seguir celebrándose porque sin duda crean una relación muy interesante y mucho más cercana entre los artistas y su (potencial)público, que no hace sino favorecer a ambas partes.
Manu Ramírez Valle en la Mínima
Iria Currás Gato
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