#LiVES (LA VIDA ES SUEÑO)

Festival iberoamericano del Siglo de Oro CLÁSICOS EN ALCALÁ

Ensamble Bufo presenta, en esta edición de Clásicos en Alcalá, una nueva versión de una obra cumbre de nuestra dramaturgia marcada en nuestro ADN cultural. Con #LiVES (La vida es sueño) de Calderón, se reinventa y da una nueva cara a un espectador sorprendido y muy presente en la obra. ¡Bienvenidos a la corte de Polonia!

#LiVES cuenta la historia del rey Basilio, su familia y corte. Padre de Segismundo, decide encerrarle en una torre por unos oráculos funestos que tuvo al nacer. Cuando se acerca su ocaso y llega la hora de decidir quién gobernará su reino, decide liberarlo y ponerlo a prueba. Para ello, cuenta con la ayuda del maestro del chico, Clotaldo, y de una argucia. Solo hace falta dormir a Segismundo con una sustancia y, si todo sale mal, volver a su encierro y decir que todo fue un sueño. Pero, como siempre ocurre, los humanos no tenemos el poder absoluto y todo se desvanece cuando el pueblo descubre que Basilio tiene un heredero real.

Con estos buenos mimbres sobre el escenario, Hugo Nieto (creador y director) y Daniel LLull (dramaturgo) han dado vida a otra creación. El texto original se mantiene, incluido el complicado verso del barroco español, pero se cambian la estética, entre otras cosas, y se actualiza el mensaje. Así, el público es protagonista al elegir personaje a seguir y, de esta manera, su propio destino desde el principio. También es de destacar la incorporación de música en directo bajo la dirección de Miguel Magdalena, ronlalero de alma y “Clarín” como actor en la propia obra.

Ahora bien, todos los cambios, a veces, tienen sus lados negativos. Los más destacados es que, al realizar la elección del personaje al comienzo, hay espectadores que se pierden momentos clave en la pieza. Elementos tan conocidos como el monólogo de Segismundo, momento crucial, no es visto por todo el público, perdiendo contexto y texto la propia creación. Habrá quien piense que por conocido no es necesario que todos lo vean, pero si el trabajo pierde estos momentos puede caer en la incomprensión de personas que no lo conozcan a priori.

También, dentro de este ámbito, el introducir las gafas futuristas al comenzar para uso del público no es del todo acertado. La idea es que todos se muevan entre el sueño y la realidad, como hace Segismundo y es lo que plantea Calderón en este drama filosófico según los estudiosos, pero son molestas y promueven más acción al principio de lo que luego se da. Esperanzas frustradas en el espectador que llevan a no cumplir lo esperado.

Aún así, se agradece una actualización de un clásico muy vigente en la actualidad con una apariencia que recuerda a otros clásicos del S. XX, como Buero Vallejo, y que son de agradecer.

Esta obra se hace real en el escenario gracias a un equipo coral que la da vida con gran maestría y profesionalidad. En relación a lo actoral, tenemos a Gonzalo Hermoso como Segismundo, Jorge Muñoz que da la voz al rey Basilio, Elisabeth Altube en el papel de Rosaura, el ya citado Magdalena en la piel de Clarín, Sara Moraleda como Estrella, Carlos Jiménez-Alfaro dando presencia a Astolfo y Daniel Llull como Clotaldo. Todos ellos hacen un trabajo perfecto, interpretando e interactuando con el público durante todo el montaje.

En relación a los aspectos técnicos, destaca el vestuario creado por Helvia G. Jürschik. Una mezcla entre futurismo, casual y de alto abolengo que funciona muy bien con el espíritu clásico de la obra y el aire nuevo del montaje. Destaca el chándal utilizado por Segismundo al que no le falta la pedrería brillante.

#LiVES es una propuesta interesante a la que le faltan algunos puntos para llegar a la excelencia.

Un pequeño juego convierte “Vidas” en inglés en un acrónimo de La Vida Es Sueño (LiVES), un pequeño atajo para resumir el segundo acercamiento de Ensamble Bufo a la gran obra de Calderón, donde el drama original vertebra las diferentes experiencias que el espectador puede habitar. Vidas que se reflejan en una metáfora del encierro del propio Segismundo, donde el humor toma más protagonismo gracias al gracioso Clarín, quien se sitúa, como propone Calderón, en una zona intermedia entre el drama y el público, que con la música por bandera se convierte en un guía a través de las diferentes tramas, de sus personajes y espacios. 

Sonia López

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