El idilio entre Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas queda descubierto y examinado en Gross indecency, la adaptación de Los tres juicios a Oscar Wilde, de Moisés Kaufman, que han realizado Gabriel Olivares y David DeGea y que se representa en el Teatro Fernán Gómez estos días. Conjugando testimonios transcritos de los juicios acontecidos, correspondencia personal del escritor, entrevistas y extractos de las escrituras, así como palabras de sus contemporáneos, este montaje supervisa algunos de los peores y mejores momentos que tuvieron que pasar estos dos amantes en la decadencia e hipocresía de una sociedad regida por juzgar la moralidad de las personas y, más concretamente, de los artistas.
Fotografía de Nacho Peña
El reparto, mayoritariamente masculino, está formado por Javier Martín, David DeGea, Eduard Alejandre, César Camino, Alex Cueva, Guillermo Sanjuán, David Garcia Palencia, Andrés Acevedo, Asier Iturriaga, Alejandro Pantany y Carmen Flores Sandoval, actores que hacen un despliegue técnico y humano más que digno de alabar. No sólo lo decimos por las algo más de dos horas y media que aguantan la presión y las reverencias y contorsiones que exige este montaje, sino, además, por la abundancia de calidad escénica que demuestra cada uno de ellos. No vais a olvidar pequeños momentos como un canto casi ritual y disciplinario que interpretan, ni la belleza depositada en cada uno (divinamente otorgada a Bosie), ni el intercambio de roles, ni la seguridad de sus trabajos, ni el tintineo de picardía y humor. Ni siquiera se os va a ir de la cabeza la progresión que de los protagonistas hacen Martín y DeGea juntos, provocándonos un viaje hipnótico y fascinante.
Fotografía de Nacho Peña
A veces parecen un anuncio de Dior, otras una fantasía enclaustrada. Pero la mayoría de las ocasiones, nos remiten a un teatro contemporáneo muy jugoso a nivel visual y muy potente, gracias a una puesta en escena que no se ha dejado nada en el tintero, que ha sabido aprovechar cada recoveco del escenario y de los propios actores para encuadrarse en la mejor perspectiva y jugar a tres bandas. La escenografía y vestuario de Felype de Lima, la iluminación de Carlos Alzueta y el espacio sonoro de Ricardo Rey han sido tres ingredientes básicos que otorgan todo el fondo y forma que necesita la exposición de esta obra. Y hablamos seguras de exposición porque este cuadro viviente de actores nos acoge en el veredicto, físico y personal, que se está debatiendo en escena. Cuando el arte estalla en un teatro, ocurren brutalidades como Gross indecency y el público enmudece ante la rebeldía de un pensamiento libre como el de Wilde.
Fotografía de Nacho Peña
La dirección de Gabriel Olivares se hace esencial y permite reconocerle de alguna manera por su trabajo en teatro. Olivares presenta una forma de saber dirigirse al público sin trucos y mayoritariamente ecléctica, en la que siempre hay un hueco para el espectáculo a la vez que para una parte personal, ya sea en forma de humor o de tragedia. Su teatro evoluciona con cada nueva obra, presentando un sintagma que lleva su firma, acompañada de una reflexión continua sobre lo que sobreviene en el escenario.
Fotografía de Nacho Peña
Acostumbrados a disfrutar de un Reino Unido de finales del siglo XIX oscuro, con sombríos paisajes y aturdidas manifestaciones del coraje humano, Gross indecency se rebela con estos mismos factores y, además, añadiendo y mostrando un acertijo óptimo y relacionado con la inteligencia que os hará disfrutar el doble. Gross indecency es una producción de El Reló y Teatro Lab, que viaja en el tiempo y llega ahora con un síntoma muy especial de saber hacer un teatro que impacta y conmueve. La Sala Jardiel Poncela acoge esta obra, inaugurando temporada en el Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, hasta el 8 de octubre.
En Abril de 1895 Oscar Wilde llevó a cabo una demanda por difamación contra el Marqués de Queensberry, padre de su joven amante, quien públicamente le tachó de sodomita. Al hacer esto, el imperante hombre de letras inglés, puso en marcha una serie de eventos que culminarían en su asedio y encarcelamiento. A lo largo de un año un desconcertado Wilde fue juzgado por cometer actos de “grave indecencia” e implícitamente, por una visión sobre el arte que indignó a la sociedad Victoriana.
Más teatro
Me agrada que hayan traído a nuestros días la vida intima de Oscar Wilde ,
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La homosexualidad ha sido maltratada en un tiempo atrás, por los prejuicios, la discriminación y el castigo. Se trata de un importante e histórico Personaje que es Oscar Wilde ,que se refleja obra de teatro con el titulo de «CROSS INDECENCY
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